Educar para incentivar la donación de sangre

En nuestro país, la donación voluntaria y continuada de sangre es una falla que se debe corregir y sobre la cual se debe trabajar desde todos los sectores, tanto públicos, como privados. Es impostergable el desarrollo de programas nacionales que informen, eduquen y promuevan la donación de sangre en forma voluntaria. La población tiene una comprensión limitada de los aspectos específicos sobre la sangre, su transfusión y la donación, lo que influye negativamente en las prácticas de donación.​[1]

Educación, información y comunicación

Actualmente, los bancos de sangre del país, realizan campañas encaminadas a promover la donación de sangre. Sin embargo, no son lo suficientemente efectivas. La recomendación es que a las personas se les eduque, informe y motive en un ámbito más cercano y personal. Para llevarlo a cabo se recomienda tratar temas relacionados con el beneficio y los riesgos de la donación, informar sobre el proceso, la importancia de la donación y la necesidad de mantener un buen abastecimiento de sangre, aclarar las creencias y los mitos relacionados con la donación de sangre y el uso que se da a la sangre colectada.

Deben utilizarse todos los medios radio, prensa, televisión, internet, conferencias, charlas, revistas, folletos, afiches, letreros, cartillas interactivas, y demás medios. Es necesario utilizar todo el material educativo e informativo que pueda ser usado para la difusión en centros educativos, iglesias, lugares públicos; que no quede ni un lugar del país sin recibir la información suficiente, que eduque y promueva la donación voluntaria y continuada de sangre.

Es muy importante ofrecer explicaciones sencillas, que exponen conceptos claros y fáciles de comprender tratando de resolver todas las dudas. Siempre que se pueda tener la oportunidad de motivar y sensibilizar acerca de la importancia de la donación de sangre, debe hacerse; el consultorio, la sala de espera, todos los lugares son propicios para entablar el tema para educar, informar y comunicar.

Básicamente, la desinformación es la que mantiene a las personas alejadas de la donación de sangre: el temor a contagiarse y los miedos fundamentados en los mitos; aunque nada justifica la falta de compromiso social. Ser donante de sangre es un compromiso moral en el que debemos ser inducidos desde los primeros años de edad en las escuelas y colegios e invitados en las instituciones de educación superior.

Es necesario educar en solidaridad, olvidarse de sí mismos y ayudar a menguar el dolor y la enfermedad de otros, no es preciso esperar a que sea un familiar o amigo el receptor de nuestra generosidad. “Hacer el bien, sin mirar a quién” y trabajar unidos en la construcción de una sociedad digna, solidaria y más humana.

[1]​ ​https://www.who.int/features/qa/61/es/

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