Estrategias de marketing señalan que mientras más informado esté tu paciente/cliente tendrá más confianza en ti y crecerá la probabilidad de que te recomiende, en tanto, profesionales de la salud advierten sobre los riesgos de considerarlo como un cliente más.
En este sentido, primero hay que tratar de buscar un punto medio. Por un lado, la postura del marketing busca hacer del consultorio médico un empresa más rentable, mediante recomendaciones como las siguientes:
- Abrir un blog.
- Armar videos sobre salud para compartirlos en redes sociales.
- Ofrecer webinars mensuales acerca de temas de interés del paciente con sesiones de preguntas y respuestas.
- Crear folletos informativos sobre temas genéricos para los pacientes del consultorio médico.
Esta estrategia pretende ayudar al paciente a comprender su padecimiento y posibles alcances en caso de no seguir las indicaciones médicas. Sin embargo, otra situación se presenta cuando, con animo de conferirle mayor información y, por tanto, poder de decisión, el médico, sin proponérselo, pone al paciente en una posición en la que debe tomar decisiones para las que no está preparado ni emocional ni profesionalmente.
Por ello, hay que recordar que educar al paciente implica:
- Explicarle qué tipo de decisiones deben quedar en manos del médico y por qué.
- Tener claro que mayor información no siempre implica una mejor experiencia, pues muchas personas no ven con buenos ojos ser pacientes, se sienten obligados a asumir esa posición porque algo anda mal con su organismo.
Por último, cuando se trata de difundir información para educar al paciente, cabe recordar que se debe tratar de acceder a los sujetos que le brindan apoyo moral y/o económico, como amigos, familiares y profesionales que lo asesora.