Dormir de forma tranquila y relajada trae muchos beneficios para tus pacientes y les ayuda en sus actividades cotidianas durante las actividades que realicen durante el día, pero además de todo eso, también puede impactar de forma directa para que eviten consumir la denominada “comida chatarra.”
De acuerdo con un estudio realizado por científicos de la Universidad Estatal de Michigan (MSU, por sus siglas en inglés), ubicada en Estados Unidos, las personas que no tienen una noche placentera de sueño suelen tener una fuerte carga de estrés durante el día y eso los lleva a consumir comida procesada y alta en grasas.
Como parte de la investigación, se analizó a 235 hombres quienes manifestaron tener trabajos exigentes que les generaban estrés durante el día y les interrumpía sus horas de sueño por la noche, lo que también los hacía proclives a alimentarse en lugares que ofrecen comida rápida pero poco nutritiva.
Fue Chu-Hsiang Chang, investigador de la MSU y autor del trabajo, quien descubrió que cuando los mismos hombres analizados habían pasado una noche confortable de sueño, tendían a evitar la “comida chatarra”.
Encontramos que los empleados que tienen un día de trabajo estresante tienden a llevar sus sentimientos negativos de su lugar de trabajo a su hogar. Pero otro hallazgo clave mostró la forma en que el sueño ayudaba a la gente a manejar su consumo de alimentos por estrés después del trabajo, porque cuando los trabajadores habían dormido mejor la noche anterior, tendían a comer de una forma más saludable que cuando experimentaban estrés.