De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), México ocupa el primer lugar por estrés y lo más alarmante es que la incidencia muestra una tendencia a la alza, además de que esta alteración puede llegar a provocar daños de diversos tipos que van desde trastornos en el sueño, estados de alerta permanente y afectar de manera severa e irreparable la calidad de vida física y mental de las personas.
Fue debido a lo anterior que especialistas de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) crearon el primer prototipo de fabricación mexicana que a través de la termografía permite medir y detectar el estrés, lo cual resulta muy útil porque ayuda para poder brindar atención inmediata a los pacientes que lo requieran.
Nombrado “Ave Fénix”, el dispositivo es de bajo costo para su fabricación y mediante una rápida revisión no invasiva del rostro de los pacientes se obtiene de manera inmediata datos e imágenes de su situación térmica, lo que permite determinar sus niveles de inflamación asociados con el estrés y el dolor.
Al respecto, Benjamín Domínguez Trejo, especialista de la UNAM que participó en el diseño del prototipo, explicó que la principal ventaja de esta innovación mexicana.
De no atenderse de manera adecuada y oportuna un problema como el estrés, puede ocasionar ansiedad, depresión, adicciones y hasta trastornos inmunológicos. Además se debe tomar en cuenta que alrededor del 30 por ciento de los mexicanos con estrés no pueden superar la alteración por sí mismos, por lo cual el dispositivo que realizamos será de gran ayuda.
En ese sentido, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el estrés provoca el 25 por ciento de los 75 mil infartos que anualmente se reportan en nuestro país.