- En años recientes la obesidad se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública mundial.
- En la actualidad se estima que el 75% de los adultos en México tienen exceso de masa corporal.
- Para combatirla se ha implementado la regulación de alimentos aunque no se han obtenido los resultados esperados.
A lo largo de las últimas décadas se ha pasado del extremo de un problema a otro. Se trata de la desnutrición y la obesidad. Ambos son igual de graves y generan consecuencias mortales en las personas. Por lo mismo, la regulación de alimentos se ha planteado como una posible solución.
En torno a este tema, Alberto Campos Vargas, abogado del grupo de práctica de Ciencias de la Vida de Sánchez Devanny, menciona que en México y en el resto del mundo se ha visto una mayor restricción en cuanto a las características y a la comercialización de productos destinados al consumo humano. Esto incluye alimentos, bebidas alcohólicas o productos del tabaco, algunos relacionados con la imagen, cosméticos, suplementos alimenticios, entre otros.
La regulación o restricción que se da a los alimentos se escuda bajo la salud, como un bien de mayor relevancia, pero generalmente la interpretación de esto debería ser una regulación con un enfoque social, más que buscar una prohibición total y absoluta de este tipo de bienes y servicios.
El severo problema de la obesidad en México
México es el país con mayor porcentaje de obesidad infantil, y cerca del 70% de la población padece de sobrepeso. Para ello, las autoridades han argumentado que la principal causa de la obesidad en el país no solamente es la alimentación en sí misma, sino también la calidad de los alimentos que ingiere la población.
Es interesante ver esta perspectiva, ya que en muchos otros países que tienen alimentos muy similares no se da una situación de obesidad. Claramente hay muchos otros elementos que se deberían tomar en consideración, como lo es la educación, el conocimiento de los consumidores y la promoción de la actividad física. Entonces, llama la atención que la autoridad busca restringir un producto, pero no resolver la fuente del problema.
Actualmente las disposiciones aplicables no son claras o específicas respecto de las características que los productos alimenticios deben tener. Por ejemplo, cuándo debe considerarse a un producto como sano o no sano, o cuáles son alimentos basura o chatarra. Realmente no existe una definición ni bases legales para considerarlo.
¿Qué es lo que se ha hecho? Pues se ha considerado juzgar o encasillar a los alimentos con base en el contenido de ciertos grupos de nutrientes; sin embargo, no es claro cómo deben aplicarse. Esto ha dado lugar a una serie de abusos por parte de la autoridad, muy enfocados en la industria alimenticia formal.
¿Qué dicen las leyes al respecto?
En este sentido, sí ya hay una base constitucional, que es el artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece la obligación del estado mexicano de proporcionar a los individuos alimentos nutritivos y de calidad para subsistencia. Además, existe la Ley General de Salud, que rige en términos generales los alimentos o sus características, y establece los lineamientos principales que deben cumplir los productos, tales como alimentos y bebidas, destinados al consumo humano.
Ésta define que un alimento es cualquier substancia o producto sólido o semisólido, natural o transformado que proporciona al organismo elementos nutritivos. La definición es muy amplia y podemos entender que cualquier producto que proporcione algún elemento nutritivo, en cualquier porcentaje, es un alimento. No obstante, hemos visto que hay diferenciaciones de qué debe entenderse como un buen o mal alimento, interpretaciones que van mucho más allá de la ley o que no tienen un sustento legal adecuado.
Posiblemente dentro de los artículos más relevantes, se encuentran los 114 y 115 de la Ley General de Salud, que establecen la obligación para las autoridades sanitarias, de implementar políticas públicas y programas que promuevan el consumo de alimentos nutritivos, así mismo, tienen la obligación de controlar o verificar el contenido nutricional y la regulación sanitaria de los alimentos que pudieran representar un riesgo para la población.
También se establece, dentro de la Ley General de Salud, la obligación de las autoridades para regular los valores nutricionales de alimentos y bebidas. Ahora, el regularlos no significa que puedan, arbitrariamente, decir qué representa o no un riesgo. Además de la Ley, existen otras disposiciones que contienen de forma más específica las reglamentaciones sobre las características de los alimentos.
Además de esta Ley y estos dos reglamentos, existen otras disposiciones que las autoridades pueden presentar, siempre y cuando, las mismas estén debidamente publicadas en el Diario Oficial de la Federación, sin embargo, nos parece que a la fecha no existe ninguna disposición o ningún acuerdo, decreto, o similar, en el cual se establezcan las diferenciaciones de los alimentos en cuanto a si los mismos son sanos o peligrosos, simplemente son conceptos generales que quedan abiertos y sujetos a interpretación.
Las autoridades se han enfocado en el concepto de etiquetado o marcado, el cual cambia cada ciertos años. La NOM 051SCFI/SSA1-2010, es la que establece el tamaño del etiquetado, número de octágonos y características del producto. Sin embargo, no establece tampoco cuándo debemos entender que un producto es sano o no ni qué elementos se deben considerar para un juicio valor en este sentido.
Otro elemento que también debería considerarse en la determinación de estos calificativos es el potencial de adicción de ciertos productos. Por ejemplo, está científicamente comprobado que los derivados de cacao tienen un importante componente adictivo. El chocolate no es malo en sí mismo por el contenido de azúcar o lácteo, va a tener un efecto adictivo por el contenido de ciertos ingredientes del cacao.