Por segundo año consecutivo la esperanza de vida de la población de Estados Unidos disminuyó y al mismo tiempo aumentó la mortalidad provocada por sobredosis, dato que reafirma el severo problema al que se enfrenta el país por la crisis de opioides y el cual inclusive provocó que en octubre de este año el presidente de la nación, Donald Trump, declarara una emergencia nacional de salud.
Lo anterior fue dado a conocer por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS), el cual especificó que mientras en el 2015 la esperanza de vida en el país era de 78.7 años, para el 2016 disminuyó a 78.6 años. En lo referente a la mortalidad, durante el año pasado fallecieron 2 millones 744 mil 248 personas y de ellas la muerte de 63 mil 600 se debió a sobredosis de drogas, lo que indica que aumentó 21 por ciento con respecto al año anterior.
En ese mismo sentido, mientras en 1999 la tasa de muertes por sobredosis era de 6.1 fallecimientos por cada 100 mil habitantes, en el 2016 fue de 19.8 muertes por cada 100 mil personas, lo que indica que en poco menos de dos décadas se han triplicado los fallecimientos por sobredosis en el país.
Por otra parte, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), los opioides ya provocan más muertes dentro de la nación que enfermedades como el cáncer de mama, además de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que Estados Unidos consume el 85 por ciento de los opioides de todo el mundo.