La disfunción eréctil es la impotencia o la incapacidad de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme para tener una relación sexual satisfactoria.
No es solo un problema de salud sexual, también puede ser ocasionado por una cirugía, una lesión en el pene. Así como en la columna vertebral, en la próstata, en la vejiga o en la pelvis
Es un padecimiento que afecta aproximadamente a un 55% de los hombres mexicanos entre los 40 y 70 años, que padecen diabetes mellitus.
¿Respeta edades?
La incidencia de disfunción eréctil aumenta con la edad, a partir de los 40 años, aunque algunos jóvenes la sufren por otras causas. Sin embargo, no es necesariamente una parte inevitable del proceso de envejecimiento, pues hay hombres que no la padecen aún en edades avanzadas.
Algunos factores que pueden ocasionarla:
Padecimientos:
- Una enfermedad cardiovascular o metabólica.
- Diabetes.
- Afecciones del riñón.
- Alcoholismo crónico.
- Esclerosis múltiple.
- Arteriosclerosis.
- Psoriasis.
- Enfermedades vasculares.
- Enfermedades neurológicas.
Disfunción eréctil ¿La prótesis de pene deben normalizarse?
“Es un tema que no se puede seguir escondiendo y que se debe normalizar. Al igual que las mujeres que se someten a una mastectomía por un cáncer de mama se les realiza una reconstrucción de la misma mediante una prótesis. Esto no ocurre en el caso de los hombres con cáncer de próstata. Los cuales perderán la capacidad de relacionarse sexualmente con su pareja debido a la mutilación que implica la cirugía de esta patología”. Ha explicado el urólogo del Complejo Hospitalario de Navarra, Óscar Gorría.
En este sentido, el experto apela a la normalización de la prótesis dentro de los servicios sanitarios de las diferentes comunidades autónomas. Ya que es una parte más de la funcionalidad de una persona, igual que los son las prótesis utilizadas en otras patologías.
“Nadie se cuestiona el papel de las prótesis en otras enfermedades, pero en el cáncer de próstata, el implante de la prótesis de pene es un debate que no está encima de la mesa y al que no se le da importancia”, ha remarcado.
Un 25 por ciento de los pacientes vuelven a tener erecciones tras la intervención
La recuperación de la función sexual depende, explica el experto, de varios factores, fundamentalmente de la edad del paciente y su capacidad eréctil previa al tratamiento, pero también del estadio del tumor y la técnica quirúrgica utilizada.
Un 25 por ciento de los pacientes vuelven a tener erecciones tras la intervención, en la mayoría de casos requerirán medicación oral o inyecciones aplicadas en el pene, pero muchos otros no lo conseguirán a pesar de estos fármacos.
El doctor Gorría ha añadido que hay perfiles “muy claros” de pacientes que necesitarán una prótesis de pene, como aquellos que ya sufren una disfunción eréctil moderada o severa y que presenta una mala respuesta a tratamientos orales antes de la cirugía o radioterapia.
“Después de este tratamiento quirúrgico radical, las probabilidades de que ese paciente sufra una disfunción eréctil severa no respondedora a medicación son muy altas. No debemos someterle a años de tratamientos ineficaces, años de evolución de la enfermedad, en la que esa falta de flujo sanguíneo o inervación va a hacer que el pene se fibrose, pierda longitud y elasticidad”, ha comentado.
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