Un equipo de científicos e investigadores financiados por la Unión Europea (UE), se han encargado del perfeccionamiento de un software con la capacidad para establecer un diálogo entre los profesionales de la salud y el personal sanitario de diversos países del viejo continente y pacientes de regiones del norte de África y el oriente medio. Una plataforma que superaría las limitaciones propias del lenguaje que subyace en las regiones más recónditas del mundo.
Proyecto Kristina | No todo es inglés, español, francés, alemán, ruso o chino
Con esto en mente y tomando como eje de referencia la información materializada en un artículo hecho público por la cadena de noticias del periódico El País, la plataforma lleva el nombre de Kristina y es un proyecto impulsado por la UE para acercar a los extranjeros (y refugiados) del norte de África y oriente medio a los servicios de salud de Europa.
En este sentido, el doctor Leo Wanner, uno de los principales responsables del proyecto Kristina, detalló que la plataforma fue utilizada este verano en algunos centros de salud de España con la intención de dimensinar el impacto del programa piloto que contó con un financiamiento de 3.6 millones de euros.
Es posible que los inmigrantes que llegan a países europeos desconozcan totalmente el sistema sanitario. Nuestro agente podría analizar sus problemas en función de su edad, su emplazamiento, su sexo y otras variables, para poder decirles en su idioma nativo dónde tienen que ir. Si una persona mayor saluda al agente virtual con una voz un poco deprimida por la mañana, lo reconocerá y le preguntará cuál es el problema. Le preguntará si durmió mal o buscará algo que pueda hacer para animarla. Por ejemplo, podría recordarle que su familia va a venir a visitarla esa tarde.