Autoridades del Gobierno Nacional de Italia a través de sus representantes en las diferentes comisiones de seguridad que se desprenden de las administración pública central, han desarrollado, como parte de las medidas extremistas para la regulación de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) en el mar mediterráneo, un instrumento normativo que pretende “modular la conducta” del médico en esta región del mundo.
El rechazo de las naciones europeas
Los que huyen de la guerra también se enferman.
Con esto en mente y tomando como referencia la información presentada en el mes de abril por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), una institución que se desprende de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la situación que se vive como un efecto negativo de la guerra, es una de las condiciones más hostiles que se han vivido en toda la Historia de la Humanidad.
Se calcula que 65 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares debido a la violencia que se vive en nororiente de África y el algunos lugares de la división del “viejo continente” y Asia. Una cifra que se traduce en que cada tres segundos una persona tiene que abandonar su hogar, embarcarse en alta amar o refugiarse en algún espacio para sobrevivir (supervivir).
El Código que vulnera el actuar médico
En este contexto, el instrumento de regulación que pretende impulsar la nación italiana, junto a otras organizaciones discriminatorias en el continente europeo, tiene como trasfondo un profundo rechazo en contra de las personas que escapando de su país de origen sufren y mueren en el mar mediterráneo, uno de los principales espacios de comunicación entre los tres continentes:
- Europa;
- África; y,
- Asia.
Por esa razón, organizaciones co o Médicos Sin Fronteras (MSF), Human Rights Watch (HRW) y Amnistia Internacional han rechazado firmar dicho código de conducta, propuesto por el Gobierno italiano y secundado por la Unión Europea (UE), pretende regular con 13 normas las actividades de las ONG en la zona de búsqueda y rescate (SAR, en inglés) de inmigrantes en el Canal de Sicilia, frente a Libia.
El representante de la ONG alemana, Titus Molkenbur, ha informado a los medios de que su organización no secundará el documento y ha subrayado que solo lo haría en el caso en que las nuevas normas hicieran más eficaz su trabajo y aumentara la seguridad de sus voluntarios.
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