Con tantos pacientes que atiendes al día, es posible que no recuerdes el nombre de todos ellos.
Esta mala jugarreta de tu memoria podría ocasionar que tus pacientes se sientan incómodos y quizá lo tomen como una falta de respeto. En cambio, cuando logras recordar el nombre de una persona, lo harás sentirse valorado y como alguien que es importante en tu consultorio.
Para que esto no te ocurra, te recomendamos los siguientes trucos que mejorarán tu habilidad de recordar nombres:
Checa el nombre de tu paciente poco antes de recibirlo
Revisa el nombre de tu paciente en su historial clínico y repítelo varias veces. Cuando salgas a recibirlo, salúdalo y di algo como: “Qué tal, Juan, ¿cómo estás?”. Posteriormente, durante la consulta, refiérete a él con su nombre mientras platican. Al final, repite su nombre cuando se despidan.
Realiza asociaciones mentales
Un buen truco es crear conexiones visuales del nombre de tu paciente con algo importante que haya pasado en ese momento, de esta forma lograrás grabar su nombre en tu memoria.
Aclaración de nombres difíciles
Si un nuevo paciente tiene un nombre difícil de pronunciar o de escribir, pídele que te lo repita y escríbelo. Después repítelo para verificar. Con esto demostrarás el esfuerzo que haces para mejorar tu atención al paciente.
Si olvidas su nombre, improvisa
Si de último momento no fuiste capaz de memorizar el nombre, entonces recurre a otra información que puedas recordar de su última cita. Y si esto también falla, simplemente menciona que eres malo recordando nombres pero que tratarás de mejorar este punto.