Como bien sabes la discriminación no es un tema reciente, es algo que se ha generado desde hace miles de años. Recientemente el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) dio a conocer que la discapacidad, la salud y la apariencia física fueron las mayores reclamaciones en México en 2017.
En un recuento se precisó que hasta el 15 de diciembre se habían abierto mil 142 quejas y reclamos, 242 por motivos de discapacidad, 198 por causas de salud y 159 relacionadas con la apariencia física. Asimismo 152 fueron por preferencia sexual, 124 con embarazos y 107 por género. En el área laboral se registraron 597 actos de discriminación, 152 en escuelas y 141 en el ámbito del servicio público.
En este mismo sentido, el documento señaló que los derechos que más fueron vulnerados están el de recibir un trato digno, al trabajo, a la igualdad de oportunidades, a la prestación de servicios al público, una vida libre de violencia y a la educación.
Los estados donde más se presentaron casos fue en la Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Guanajuato y Nuevo León.
De igual manera se dio a conocer que los más afectados en México son las personas con discapacidad mental, ya que no pueden votar, casarse, heredar sus bienes, ni donar órganos. Tampoco pueden contratar el Seguro Voluntario del IMSS, no están cubiertos por las aseguradores y el presupuesto federal a la atención de sus males es de apenas 2 por ciento. Desafortunadamente tan solo en el Estado de México según cifras del INEGI hay aproximadamente un millón 420 mil personas con problemas mentales.
Aunado a este tema, hace unos meses la CNDH manifestó como prioridad urgente que se reconocieran constitucionalmente los derechos de las personas afrodescendientes y las personas indígenas, para que sus derechos fundamentales puedan ser activos, debido a que la exclusión y la ‘invisibilidad’ son también muestras de discriminación.
La discriminación es el síntoma más visible de la ignorancia; el menosprecio, la negación de la participación de poblaciones minoritarias en nuestra sociedad es un grave problema que impide la democracia y la equidad”, aseguró María Elisa Velázquez, responsable del programa nacional de Investigación y Diversidad Cultural, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).