- De acuerdo con la OMS hay 158 millones de niños y adolescentes a nivel global con sobrepeso y/o obesidad.
- Se estima que hay 1,300 millones de personas en el mundo con algún tipo de discapacidad.
- Las personas con discapacidad tienen un alto riesgo de padecer obesidad por su sedentarismo y no poder moverse con facilidad.
La obesidad es un grave problema que está en aumento aunque pocas veces se enfoca en los casos de personas con alguna discapacidad, ya sea congénita o adquirida. Es un tema del que se habla poco aunque cada vez es más frecuente y la Dra. Acosta Then lo describe como “obesidad sumergida”.
Los pacientes incapacitados en cama o silla de ruedas casi siempre presentan un aumento de peso porque sufren un desbalance calórico y energético. Su gasto diario baja al no poder subir escaleras, caminar o bañarse solos, entre otros factores físicos o intelectuales.
Por ejemplo, un estudio de la Universidad Católica Santa Teresa de Jesús de Ávila, de 2022, confirmó la prevalencia de obesidad en el colectivo con discapacidad intelectual en comparación con la población general. Por lo tanto se encontró una asociación entre el exceso de masa corporal y el grado de discapacidad intelectual.
La ingesta de alimentos también resulta conflictiva por la incapacidad de desplazarse o prepararlos. No hay que descuidar el papel de algunos cuidadores, que por comodidad facilitan productos altos en azúcares, grasas y harinas refinadas. Además, el dolor puede limitar la calidad del sueño.
Y, al estar sometidos a terapias y gastos, es probable que la calidad de su canasta familiar no sea acorde con la pirámide nutricional requerida.
La Dra. Then, quien es directora de la Clínica de Obesidad y Especialidades Salutte Clinic, recuerda que lo principal es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad como una enfermedad crónica, multifactorial, recurrente y sin cura. Trae como consecuencia más de 40 enfermedades, entre ellas trombosis cerebral y cardiovascular, infartos, trastornos de la circulación, insuficiencia renal o digestiva y cáncer.
En los adultos, los rangos de sobrepeso y obesidad se determinan usando el peso y la altura para calcular el Índice de Masa Corporal (IMC), relacionado con la cantidad de grasa en el cuerpo.
Un adulto tiene sobrepeso si su IMC está entre 25 y 29.9. De 30 o más es considerado obesidad. En los niños se determina según tablas de crecimiento, como explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Los CDC insisten en que la actividad física regular proporciona beneficios importantes para la salud de los discapacitados, incluyendo un mejor estado cardiovascular y muscular, de la salud mental, del equilibrio y de la capacidad para realizar las actividades diarias.
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