Según datos del Centro Mexicano de Fertilidad Dr. Alberto Kably, la infertilidad es un problema que aqueja a entre el 15 y el 20 por ciento de las parejas, siendo el hombre el origen de estas dificultades en el 40 por ciento de los casos. Si tus pacientes se encuentran en dicha situación, quizás tu primer acercamiento deba ser preguntar al varón por el tipo de alimentación que sigue, pues ésta podría ser la respuesta de sus males.
De acuerdo con un estudio llevado a cabo en España el consumo regular de alimentos hechos a base de soya podría tener un impacto negativo en la capacidad reproductiva del hombre, pues podría alterar la calidad de los espermatozoides.
Los investigadores creen que dicha problemática podría deberse a un químico conocido como fitoestrógeno, químico capaz de imitar a las hormonas femeninas (estrógenos) y que se encontraría en altas concentraciones en la soya, alimento que es habitualmente utilizado en las dietas vegetarianas como sustituto de la carne o de los productos lácteos.
Aparentemente la presencia de este químico no sólo reduciría el número de espermatozoides en el semen, sino que también incrementaría la proporción de espermatozoides con un número inadecuado de cromosomas. Dos factores que sin lugar a dudas comprometería la capacidad reproductiva de cualquier hombre.
Cabe destacar que el objetivo original del estudio consistía en medir el impacto de los químicos conocidos como “disruptores endocrinos” entre los cuales se encuentra el bisfenol A; sin embargo, al analizar los resultados, los cuales incluían monitorear la dieta de 25 voluntarios por un espacio de 2 años, descubrieron que la soya tenía un impacto aún más grande.
Para el doctor Francisco Domínguez, autor del estudio, los resultados arrojados por su investigación podrían ayudar a los especialistas en fertilidad a tener mayor éxito en sus tratamientos; sin embargo, otros expertos en la materia opinan que aunque los resultados son interesantes la muestra es muy pequeña y debe de comprobarse con un grupo más grande para obtener resultados verdaderamente concluyentes.
Sea como sea, quizás el mantener alejados de la soya a tus pacientes que intentan concebir sea la mejor opción.