A mediados de agosto, pacientes dializados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla y sus familiares salieron a las calles para protestar por el cambio de medicamento e insumos médicos efectuado en febrero de este año, ya que, aseveraban, los estaba matando.
A un mes de distancia, estos derechohabientes volvieron a manifestarse, pero ahora frente al Palacio Municipal de la capital poblana y apoyados por la organización Movimiento Alternativa Social (MAS) para rechazar los productos de PiSA y exigir el regreso de los de Baxter.
En la explanada del zócalo al menos 30 pacientes y sus familiares denunciaron que las bolsas de diálisis de PiSA Farmacéutica son un peligro para su salud, ya que tienen menor calidad y asepsia que las del laboratorio Baxter, lo que, aseguraron, ha ocasionado la muerte de varios pacientes.
En representación de los inconformes, Ricardo Jiménez Ávila, miembro de MAS, exigió la destitución de Enrique Doger Guerrero como delegado del IMSS en Puebla por mostrarse omiso e insensible ante la demanda de los derechohabientes.
Dado que los médicos del instituto se niegan a reconocer este riesgo de salud para los pacientes dializados, adelantó que exigirán al director general del instituto, Mikel Arriola Peñalosa, el análisis de los materiales médicos de ambas farmacéuticas para comprobar la diferencia de calidad entre ellas.
Explicó que lo que buscan es constituir “una comisión multidisciplinaria en la que intervenga Gobierno federal, la Dirección General del IMSS, un visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, un integrante de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, con la finalidad de que se investigue nuestro dicho y se finquen responsabilidades”.
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