A propósito de la celebración de Día de Muertos, una de las más representativas del pueblo mexicano y que se remonta a la época prehispánica como una manera de recordar a los familiares y amigos que ya fallecieron, también es pertinente detenerse y analizar cómo el entorno y algunas prácticas han moldeado la salud de las generaciones.
En 1950 la población vivía en promedio 49.7 años y el 34.6 por ciento de la población fallecía por enfermedades infecciosas y parasitarias, siendo las más frecuentes la gripe, neumonía, tuberculosis, bronquitis, sarampión y tos ferina; en cambio, en el 2015, de las 655 mil 688 defunciones registradas, sólo el 2.5 por ciento se vinculó a esta causa, mientras que la esperanza de vida de la población aumentó a 75.3 años para el año 2017.
A su vez, ahora se vive un panorama completamente distinto y la mayoría de las muertes que se registran en México son ocasionas en su mayoría por tres factores: obesidad, tabaquismo y alcoholismo.
Panorama actual
Al respecto, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta el 2015 las defunciones que tienen un mayor peso relativo se agrupan en las enfermedades del sistema circulatorio (25.5 por ciento), enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas (17.5 por ciento) y tumores malignos (13 por ciento).
De forma más específica, al interior de las agrupaciones hay una extensa variedad de enfermedades, aunque las primeras 7 causas de muerte corresponden a la diabetes mellitus (15 por ciento), las enfermedades isquémicas del corazón (13.4 por ciento), las del hígado (5.4 por ciento), las cerebrovasculares (5.2 por ciento), las crónicas de las vías respiratorias inferiores (4 por ciento), las hipertensivas (3.5 por ciento) y las agresiones (3.2 por ciento), que en conjunto representan casi la mitad de los decesos totales.
Si se mira con detenimiento, la mayoría de los problemas son prevenibles y con pequeñas acciones como la realización de ejercicio físico con frecuencia y revisiones médicas periódicas se puede mejorar la calidad de vida.