Entre las diversas enfermedades que atiendes a diario en tu consultorio médico, una que seguramente se presenta con bastante frecuencia es la diabetes, padecimiento que ha experimentado un crecimiento exponencial en nuestro país durante las últimas décadas, incluso rompiendo récord nacional al provocar más de 100 mil fallecimientos durante el año pasado.
A pesar de que la diabetes puede prevenirse en ciertos escenarios, una vez que el paciente ha desarrollado la enfermedad, su situación económica también se convierte en un factor muy importante que determinará su calidad de vida, pudiendo incluso restar años de vida con respecto a un diabético que no tiene carencias financieras.
El dinero sí importa contra la diabetes
Para ejemplificar de mejor forma lo anterior, investigadores de la Universidad Autónoma de México (UAM) y la organización El Poder del Consumidor elaboraron el estudio Voces de la Diabetes, el drama de una epidemia nacional, en el cual compararon a pacientes de distintas partes del país que sufren de este padecimiento.
En ese sentido, la investigación mostró que un diabético que vive en la delegación Benito Juárez, considerada como uno de los municipios con mayor nivel adquisitivo del país, tiene un promedio de vida de 71 años; en cambio, un paciente con diabetes que vive en una zona pobre como Valle de Chalco en el Estado de México, tiene una esperanza de vida de 63 años, lo que significa que les resta hasta 8 años de vida.
¿Cuáles son los motivos?
Respecto a los resultados, son varios los elementos que influyen en esta desigualdad social, tanto el poder acceder a un sistema público o privado de salud, contar con la capacidad económica para poder comprar los medicamentos necesarios y presentar una adherencia al tratamiento recomendado por los médicos, lo cual sirve para mostrar la disparidad que se vive en nuestro país en cuestión de salud.