La prediabetes y diabetes tipo 2 son problemas de salud que están rodeados de mitos e información errónea. Además cada una no sólo afecta a una persona sino a todo su entorno.
Cada inicio de año trae consigo la promesa de nuevos hábitos. Las metas de bienestar y salud encabezan la lista de deseos, ¿pero qué sucede cuando una de las enfermedades más silenciosas y comunes llama a la puerta?
Principales mitos acerca de la prediabetes y diabetes
Con este panorama es importante erradicar todos los mitos acerca de la prediabetes y diabetes. La principal forma para conseguirlo es mediante información clara y basada en evidencia científica.
Mito 1: “La prediabetes no existe, solo es cuestión de dejar el azúcar”
Nada más alejado de la realidad la diabetes tipo 2, que frecuentemente se desarrolla a partir de una prediabetes no tratada. Es un diagnóstico crónico que afecta al cuerpo de manera silenciosa.
“No se trata únicamente de lo que comes, sino de cómo tu cuerpo procesa la glucosa. Es un desbalance metabólico que puede tener consecuencias graves si no se controla, como daño renal, ceguera o enfermedades cardiovasculares”, afirmó la especialista Valeria Taylor, endocrinóloga e internista.
La gravedad de la diabetes radica en que sus síntomas pueden no ser evidentes al inicio. Por eso, diagnosticar y tratar la prediabetes a tiempo es clave. Este estado previo donde los niveles de glucosa son más altos de lo normal, pero no lo suficiente para diagnosticarse como diabetes, puede revertirse con tratamientos y cambios en el estilo de vida.
Mito 2: “Si no tengo síntomas, no necesito preocuparme”
La diabetes tipo 2 avanza de forma silenciosa. Según la Federación Internacional de Diabetes, cerca de 240 millones de personas en el mundo desconocen que la padecen. La endocrinóloga Taylor destaca que en la fase cero o prediabetes pueden transcurrir entre 10 y 15 años antes de que una persona presente los primeros síntomas de la diabetes tipo 2 como sed excesiva, hambre constante, pérdida de peso inusual y fatiga.
Ignorar la prediabetes aumenta el riesgo de desarrollar diabetes y otros problemas de salud como hipertensión y colesterol elevado. Por ello, si existen sospechas de prediabetes o diabetes tipo 2, ya sea por antecedentes familiares o hábitos de vida, es imperativo acudir al médico de manera frecuente y realizar pruebas simples de laboratorio como la glucosa en ayuno o la hemoglobina glucosilada para una detección oportuna.
Mito 3: “Si ya tengo prediabetes no puedo retrasar la diabetes tipo 2.”
Este mito es uno de los más comunes y, a la vez, más peligrosos. La doctora Taylor, destacó que las personas con prediabetes tienen la oportunidad de reducir de manera significativa su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 al realizar cambios en su estilo de vida.
“Estudios confirmaron que reducir entre un 7% y un 10% del peso corporal puede disminuir el riesgo hasta en un 58% de diabetes, permitiendo mejorar la calidad de vida a futuro” señaló la especialista.
Por otro lado, los expertos sugieren complementar los cambios en el estilo de vida con terapias médicas en dosis adecuadas. Tratamientos como la metformina, con más de un siglo de evidencia que respalda su eficacia y seguridad en prediabetes y diabetes tipo 2, deben ser siempre indicados y supervisados por un profesional de la salud.
Esto resulta especialmente importante, ya que uno de los mayores retos para las personas es modificar su alimentación e incorporar actividad física más de tres veces por semana.
La prediabetes y diabetes se viven en familia
La genética y los hábitos familiares desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de la diabetes. Contar con un familiar directo que padezca esta enfermedad incrementa hasta el 50% el riesgo de presentarla.
La prediabetes no es solo una advertencia; es una oportunidad para tomar acción y prevenir complicaciones a futuro. Optar por alimentos menos procesados, beber más agua, moverse durante el día y programar chequeos médicos regulares pueden marcar una gran diferencia.