Ya es noviembre, estimado lector, y como cada año en este mes se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, una epidemia que nos ha afectado como sociedad, sobre todo desde hace cuatro décadas. Lo cierto es que pasan los años y seguimos viendo resultados exiguos de las campañas del sector salud para prevenir la diabetes, que como sabemos es una enfermedad terrible por sus consecuencias y por la alta prevalencia en nuestro país, de alrededor de entre el 10 y 15%, que se traduce en alrededor de entre 13 y 19 de millones de mexicanos que viven con esta condición.
Las razones para tal tamaño de esta epidemia son muchas y siempre las mencionamos: el medio ambiente y estilo de vida actual, donde priva el sedentarismo excesivo, lo cual se ha agravado por el confinamiento al que nos llevó la pandemia de Covid-19; una alimentación rica en carbohidratos y pobre en frutas y verduras, además de un alto consumo de azúcares, entre otras cosas, como el famoso “gen ahorrador”, que nos distingue como cultura latinoamericana.
Por si fuera poco, nuestro país ostenta el nada honroso segundo lugar en sobrepeso y obesidad en el mundo, solo después de nuestro vecino país del norte, Estados Unidos, y somos campeones mundiales en consumo de refrescos: México es el primer lugar en consumo de bebidas azucaradas, con 165 litros per cápita al año. Aunado a esto, se calcula que alrededor de 80% de la población infantil y adulta consume bebidas azucaradas, lo cual aumenta el riesgo de padecer diabetes.
La “cereza en el pastel”, desde mi punto de vista, es la adicción cultural al pan, que se ve exponenciada justo en los festejos de Día de Muertos, pero claro, no solo en esta fecha. El consumo per cápita de pan en México, según la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) es de 33 kg al año, que es uno de los más altos de América Latina. El estudio fue hecho por la cámara mediante la Asociación Nacional de Proveedores Profesionales de la Industria del Pan, Repostería y Similares (ANPROPAN).
Otro escalofriante dato: con base en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2020 fallecieron 151 mil 019 personas por diabetes, aunque por la pandemia, es muy seguro que habría que agregar a esta estadística 25 mil personas más, a quienes se les clasificó en el acta de defunción como “muerte por Covid”, aunque en realidad el tema de fondo era la diabetes. Con esta suma, 176 mil fallecimientos por diabetes, el número se estaría acercando mucho a las muertes registradas por Covid durante 2020, que fueron alrededor de 200 mil, según cifras oficiales.
Así es, México está entre los 25 países con mayor incidencia de diabetes y, como dijimos al principio, los resultados de las campañas de concienciación son prácticamente nulos, pues las estadísticas de la prevalencia de este padecimiento lejos de disminuir van al alza, con todas sus consecuencias y el gasto de bolsillo particular y para el sector salud que implica.
En general, los médicos de este país deberían tener las alertas encendidas para hacer las recomendaciones generales a sus pacientes sobre la prevención de la diabetes: activarse, hacer una rutina de ejercicio al día -caminata por ejemplo-, comer de forma equilibrada y saludable -donde se privilegien las verduras y frutas-, hidratarse con agua simple, evitar las bebidas azucaradas y el consumo de carbohidratos -sobre todo el pan, entre ellos-, mantener un peso saludable y acudir a revisiones médicas de manera continua.
En el marco de la conmemoración del “Día Mundial de la Diabetes” la Federación Mexicana de Diabetes (FMD) confirmó que a nivel mundial uno de cada 11 adultos de 20 a 79 años padece diabetes, y lo peor de todo, es que muchas personas que padecen esta terrible enfermedad no son conscientes de que la tienen.
Además, como sabemos, la diabetes puede dañar gravemente órganos vitales y tejidos. Por ello, el doctor Josefat Camacho, presidente médico de la FMD, alertó: “Cada 30 segundos se pierde por amputación una extremidad inferior o parte de ella, como consecuencia de la diabetes, de ahí la importancia de la atención oportuna del pie diabético en el momento que aparezca una lesión y no esperar que se cure por sí sola, sino acudir con el profesional de la salud y recibir tratamiento”.
Doctores y pacientes deberíamos estar preocupados y ocupados en este tema, porque es un problema que nos concierne a todos como sociedad. La médico internista y diabetóloga, Adriana Vega, resaltó que la situación no cambiará mientras no se trabaje el tema educativo más que solo informativo. “Es necesario educar al respecto desde niños para actuar en consecuencia, no basta con informar”.
Totalmente de acuerdo con la doctora tapatía.
Estetoscopio
Ya lo habíamos dicho en esta columna, pero ahora ya nos lo alertó nuestro “gurú” de la pandemia, el controvertido subsecretario de Salud Hugo López-Gatell: debemos estar preparados para más repuntes de Covid-19, para una cuarta, quinta y hasta sexta ola. En el marco del arranque de la campaña nacional de vacunación contra la influenza estacional, el vocero de la gestión de la pandemia subrayó que, en este momento, no se puede descartar una “reemergencia epidemiológica”.
