La diabetes mellitus es la ausencia de secreción de insulina o la resistencia periférica a la insulina, que causan hiperglucemia. En niños, los tipos de esta afección son similares a los de los adultos, pero los problemas psicosociales son diferentes y pueden complicar el tratamiento.
La diabetes tipo 1 es la más frecuente en niños
En concreto, la diabetes tipo 1 es la más frecuente en niños, representando dos tercios de los nuevos casos en niños de todos los grupos étnicos. Se puede decir que es una de las enfermedades crónicas más frecuentes de la infancia, ocurriendo en 1 de cada 350 niños de 18 años de edad. La incidencia ha ido recientemente en aumento, sobre todo en los niños menores de cinco años. Aunque puede aparecer a cualquier edad, por lo general se manifiesta entre los 4 y 6 años o entre los 10 y los 14 años.
Respecto a la de tipo 2, aunque en otras épocas era poco frecuente en niños, ha ido aumentando considerablemente en paralelo con el incremento de la obesidad infantil. Normalmente, se manifiesta después de la pubertad, siendo la tasa más alta entre los 15 y los 19 años.
La sensibilización ante la afección es una de las razones de detección de más casos
Lo que está claro es que, en los últimos años, se están diagnosticando más casos de diabetes y a edades más tempranas. Entre las causas se encuentran un personas sanitario y una población general más sensibilizada. Esto permite un diagnóstico y tratamiento más precoces, dos hechos que resultan de vital importancia, puesto que disminuye, en gran medida, el riesgo de futuras complicaciones.
En cuanto al origen de la enfermedad, es multifactorial, ya que, por un lado, está la predisposición genética de cada persona y, por otro lado, los factores ambientales, que en ocasiones pueden ser desencadenantes como, por ejemplo, la presencia de infecciones víricas.