Como parte de las efemérides es necesario recordar que cada 5 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Cuidador. Con esta fecha se busca darle importancia al trabajo de quienes auxilian y apoyan a personas afectadas por alguna enfermedad, discapacidad o en situación de vejez. Aunque no necesariamente son médicos o enfermeras su papel es fundamental dentro del campo de la salud.
En ese sentido, la pandemia de Covid-19 visibilizó la crisis de salud mental que se vive a nivel mundial. Con esto en mente, es necesario volver a ver a un grupo de personas que muchas veces pasa desapercibido y al cual es necesario reconocer por su labor.
Apoyo para el personal médico
A propósito del Día Mundial del Cuidador, es necesario recordar que en México cerca del 36 por ciento de la población urbana en edad productiva tiene o tendrá un padecimiento de este tipo. Mientras que de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el ausentismo laboral asociado a aspectos psicológicos representa una pérdida de 23.80 por ciento en la productividad de los empleados que viven con una enfermedad de esta categoría.
“Las enfermedades mentales forman parte de la vida de muchos mexicanos, sin importar edad o estrato social y durante mucho tiempo el tener un padecimiento de este tipo iba ligado a estigmas o desinformación, dejando a los afectados sin tratamiento y sin el cuidado que necesitan”, comenta el Dr. Raúl Iván Escamilla, psiquiatra especialista en depresión mayor y esquizofrenia, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) y de la Sociedad Internacional de Investigación en Esquizofrenia.
En este contexto la figura del cuidador, muchas veces poco valorada, se vuelve vital en la vida de una persona dependiente. Son individuos empáticos que se preocupan por los demás, que viven para cuidar y ayudar a quienes lo necesitan. En la mayoría de los casos el rol es desempeñado por un familiar directo que se hace responsable por el cuidado físico o emocional de la persona enferma o incapacitada, mientras se encarga de sí mismo o de otros miembros de su familia.
Al igual que cualquier otro trabajo, el cuidador también necesita que los cuiden porque puede llegar a abrumarse y puede, a la larga, sufrir problemas económicos, sociales, familiares e incluso mentales porque dedican hasta 16 horas del día al cuidado de otra persona generalmente sin recibir un ingreso por esta labor.
“Atender, acompañar y motivar a un paciente requiere de mucho esfuerzo, tanto que en ocasiones puede llegar a ser desgastante. Es importante atender a las personas que dedican sus días a velar por otros, para evitar que lleguen al síndrome de sobrecarga o burn out, el cual puede poner en riesgo su propia salud y que se manifiesta en alteraciones del estado de ánimo y en problemas de salud, tanto física como mental”, dijo Dr. Santos Rafael Atilano, médico psiquiatra y Medical Manager de Janssen Sistema Nervioso Central.
Frente al panorama mundial actual, es primordial que los cuidadores se ocupen de ellos mismos, manteniendo sus hábitos diarios y tomando tiempo para realizar actividades que los motiven para seguir adelante. Es importante recordar que detrás de cada reto, sonrisa o recuperación total de un paciente, hay un cuidador.