A lo largo de todo el año existen fechas especiales que tienen relación con el campo de la salud. Precisamente cada 17 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el Dolor y su objetivo es destacar la necesidad urgente de encontrar un mejor alivio para el sufrimiento físico por las enfermedades. Tú como médico vives esta disyuntiva a diario con tus pacientes. No es suficiente con ayudar a cada uno a lograr su curación sino que debes buscar la alternativa más adecuada.
En ese sentido, es necesario recordar que el alivio del dolor es un derecho universal de todos los seres humanos. Así está estipulado en la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas desde el año 2000.
Definición e importancia
Por su parte, la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) define el dolor como una “experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a daño tisular real o potencial”. Respecto a la población infantil, explica que “la incapacidad de comunicarse verbalmente no niega la posibilidad de que alguien esté sufriendo dolor y necesite un tratamiento farmacológico adecuado”.
La importancia del Día Mundial contra el Dolor es porque se trata de una sensación que prácticamente todas las personas han experimentado alguna vez en la vida. Dentro del campo de la salud puede ser por una caída, una cirugía o alguna enfermedad, entre muchos otros motivos.
También se ha observado que algunas enfermedades están más relacionadas con la presencia de dolor que otras. Tal es el caso de la artritis, fibromialgia, distintos tipos de cáncer, neuropatías y fracturas. La tolerancia a las molestias es muy variable porque algunas personas tienen mayor tolerancia que otras.
Por su parte, el dolor puede ser agudo o crónico. En el caso del primero, se caracteriza porque aparece de repente y no dura mucho. En cambio, el segundo es duradero y persiste más de tres meses.
Panorama actual en México
El dolor crónico es un problema de salud pública que afecta de 25 a 29 por ciento de la población mundial; sin embargo, en México se carece de información estadística que permita conocer el impacto del dolor crónico en la población general.
Lo que se sabe es que el dolor es frecuente en la población de adultos mayores. Hallazgos del Estudio Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México señala que 41.5% de los adultos de más de 50 años de edad reportó sufrir dolor, siendo más frecuente en las mujeres que en los hombres (48.3% vs. 33.6%), y que el porcentaje de dolor aumenta en los adultos de mayor edad.
El dolor crónico tiene serias consecuencias en las personas que lo padecen. Una de cada tres personas que tienen dolencias graves no pueden tener una vida normal, no pueden hacer ejercicio, ni dormir normalmente, ni participar en actividades sociales. Además, el dolor crónico es la principal causa de ausentismo laboral y discapacidad, lo que genera enormes costos para el sector salud. Su manejo inadecuado tiene severas repercusiones físicas, afectivas y socioeconómicas, para la persona, la familia y servicios públicos de salud.
El tratamiento se lleva a cabo de manera individualizada. Muchos médicos se rigen por la escala analgésica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), basando su decisión principalmente en la intensidad y características del dolor, así como el momento en el que se encuentra la enfermedad. En muchos casos el dolor crónico mejora con cuidados paliativos.
El dolor crónico no se puede prevenir; sin embargo, mantener un peso ideal, adoptar una alimentación saludable, en medida de lo posible hacer ejercicio, controlar la ansiedad y dormir bien, son algunas medidas que pueden ayudar a disminuir o controlar el dolor.
Mientras que otro de los objetivos del Día Mundial contra el Dolor es hacer hincapié en la importancia del apoyo familiar. El apoyo emocional de los seres cercanos también ayuda en el tratamiento de las personas afectadas.