Las enfermedades son casi tan antiguas como la propia humanidad. Mientras algunas han aparecido de manera reciente también hay otras que llevan miles de años. Dentro de esta segunda categoría se encuentra el cáncer. Lo cierto es que ahora vive uno de sus momentos de mayor apogeo por diversos motivos. El cambio en el estilo que mantienen las personas y el aumento en la esperanza de vida han generado que hoy registre su tasa de incidencia más grande de la historia.
Con base en la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer representa la segunda causa de muerte en el planeta. Cada año ocasiona 10 millones de fallecimientos y la cifra se mantiene en crecimiento. Con esto, una de cada seis defunciones es provocada por esta enfermedad.
Por su parte, uno de los principales inconvenientes de los tumores es que se pueden desarrollar en cualquier órgano o tejido del cuerpo. Uno de los que causa mayor preocupación es el cáncer colorrectal porque es uno de los que ha crecido más en años recientes tanto en incidencia como en mortalidad.
El tercero más frecuente en México
A raíz de este panorama es que el 31 de marzo se conmemora el Día Mundial del Cáncer Colorrectal. El objetivo es hacer visible este problema y generar un cambio de mentalidad entre la población. Se estima que la mitad de los casos podrían atenderse si se identificaran en las primeras etapas de la enfermedad. Aunque el problema es que persiste el miedo y la resistencia entre la población para acudir a consultas médicas con frecuencia.
Tan solo a nivel nacional esta neoplasia ya ocupa el tercer lugar dentro de los tipos de cáncer más frecuentes entre la población. Tan solo se ubica por debajo del de pulmón y el de mama. Cada año se diagnostican alrededor de 15 mil nuevos casos y se estima que, anualmente, por lo menos seis mil 500 personas fallecen por esta causa. Factores de riesgo como una mala alimentación y la falta de ejercicio propician su aparición. Mientras que ambos son evitables.
Al respecto, la Dra. Vanessa García, especialista en Oncología Médica adscrita al Hospital Español y a la clínica oncológica ONCARE CDMX, señala que el 95 por ciento de los tumores presentes en el colon y recto comienzan en las glándulas que producen la secreción o moco que protege el interior de estos órganos. Cuando las células sanas se dañan se producen cambios en su ADN y se transforman en células cancerosas.
Factores de riesgo y síntomas
La especialista agregó que hay mayor riesgo a desarrollar este tipo de cáncer en quienes padecen afecciones intestinales inflamatorias como son colitis ulcerativas y la enfermedad de Crohn.
“La detección oportuna del cáncer colorrectal en etapas tempranas y el tratamiento adecuado ayudan a mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes. Al ser una enfermedad que tiene mayor incidencia en personas adultas se recomienda que a partir de los 50 años acudan a realizar revisiones periódicas con un especialista, principalmente, si han llevado una vida sedentaria, si su alimentación ha sido poco balanceada y si tienen antecedentes de este tipo de cáncer en la familia”.
Los principales síntomas de esta enfermedad son fácilmente perceptibles: cambios en hábitos intestinales como la presencia de diarrea, estreñimiento o cambio drástico en la consistencia de las heces. Esto incluye sangrado al defecar, molestias abdominales que persisten como dolor, calambres o gases constantes, debilidad o fatiga, así como pérdida de peso inexplicable.
De acuerdo con la especialista, existen terapias biológicas como los anticuerpos monoclonales que, en conjunto con la quimioterapia y la radiación, forman parte de las herramientas que permiten mejorar significativamente la sobrevida y la calidad de vida de los pacientes.