La vida de atención a pacientes es bastante pesada y por eso es necesario contar con pasatiempos fuera del consultorio. Uno de los más comunes es el cine por la versatilidad de historias que se pueden contar. Existen de los más diversos tipos y para todos los públicos. Aunque algo muy especial ocurre cuando en la pantalla se presentan historias protagonizadas por médicos. Algunas lo hacen de una manera fidedigna y otras se toman demasiadas libertades creativas.
En ese sentido, en la actualidad es recurrente observar filmes sobre la vida dentro de un hospital. Inclusive se vive una apogeo de series de televisión que se enfocan en este tema y gozan de gran éxito. Tanto en nuestro país como en el extranjero ha impulsado la creación de diversos trabajo.
Mientras que ahora, a propósito del Día Nacional del Cine Mexicano que se conmemora cada 15 de agosto, aprovechamos para compartirte tres películas con un factor en común. Todas tienen como protagonistas a médicos que son interpretados por afamados actores. Además también se distinguen porque pertenecen a la llamada época de oro del cine nacional. Tal vez algunos aspectos de la profesión ya no persisten en la actualidad pero hay otros que sí se mantienen vigentes.
El médico de las locas (1955)
Germán Valdés “Tin Tan” es uno de los histriones mexicanos más carismáticos que han existido. Dentro del cine interpretó una gran cantidad de papeles pero es en esta película donde muestra a uno muy especial. Se trata de un joven con aspiración a convertirse en médico aunque para su mala fortuna no logra aprobar el examen de ingreso a la universidad. Entonces su vida da un giro pero sin perder su deseo inicial.
El señor doctor (1965)
Otro filme que se ha convertido en uno de los más emblemáticos y con cierta regularidad se proyecta en la televisión nacional. Protagonizado por Mario Moreno “Cantinflas”, fue realizado durante la época en que realizó diversas películas sobre profesiones. Después de interpretar a barrenderos y maestros, aquí ejerce el papel de un médico que se caracteriza por su empatía y trato humanitario. Aunque para los pacientes es algo positivo, su actitud le genera conflictos con compañeros y otros trabajadores del hospital.
El rebozo de soledad (1952)
Para algunos es una de las mejores películas mexicanas de la historia e inclusive obtuvo los galardones principales en los Premios Ariel de su época. Muestra la historia de un médico maduro que hace un recuento de su vida y cuando tuvo que ir a una comunidad rural para trabajar. Contrario a lo que pensaba, su mayor complicación no fue atender a los pacientes sino combatir la mentalidad de los pobladores. En especial tuvo que enfrentar el machismo que solía prevalecer en las comunidades de entonces y que inclusive continúa hasta nuestros días.