- Aunque existen diferentes formas de demencia, la enfermedad de Alzheimer es la más común en personas mayores.
- En México se estima que alrededor de un millón 300 mil personas padecen esta enfermedad.
- Aunque algunas veces el Alzheimer y el deterioro cognitivo se usan como sinónimos en realidad son dos términos distintos.
El envejecimiento puede llevar a problemas de memoria y otros de pensamiento. Sin embargo, hay una diferencia entre los cambios normales en la memoria y la pérdida de ésta, asociada con la enfermedad de Alzheimer. ¿Pero cómo podemos reconocer o diferenciar cuando es solo un olvido o el comienzo de un deterioro cognitivo?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel global hay aproximadamente 60 millones de personas que viven con Alzheimer, afectando en su mayoría a personas mayores de 65 años. En México, se estima que alrededor de un millón 300 mil personas padecen esta enfermedad, cifra que representa entre el 60 y 70% de los diagnósticos de demencia.
Deterioro cognitivo
El deterioro cognitivo leve es una afección que implica tener más problemas de memoria u otros problemas de pensamiento que otras personas de la misma edad. Las señales incluyen perder cosas a menudo, olvidar ir a eventos o citas importantes y tener más problemas para encontrar las palabras deseadas. Sin embargo, generalmente pueden cuidarse a sí mismos y realizar sus actividades normales. Aunque puede ser un indicio temprano de la enfermedad de Alzheimer, no todas las personas que lo tienen desarrollarán esta enfermedad.
Por otra parte, la demencia no es una parte normal del envejecimiento. Incluye la pérdida del funcionamiento cognitivo (pensar, recordar, aprender y razonar) y las habilidades conductuales en la medida en que interfiere con la calidad de vida y las actividades de una persona. Las personas con demencia también pueden tener problemas con las habilidades del lenguaje, la percepción visual o la atención. Incluso, algunas personas tienen cambios de personalidad.
“En resumen, la principal diferencia entre el deterioro cognitivo leve y la enfermedad de Alzheimer es que la primera es una afección más leve que afecta la memoria y otras habilidades cognitivas, pero que no interfiere significativamente con la vida diaria, mientras que la segunda es una forma más grave de demencia que causa un deterioro cognitivo progresivo y puede afectar significativamente la calidad de vida y la capacidad de una persona para realizar actividades diarias”, enfatiza el Dr. Rodrigo Cruz, quien es director médico de Belmont Village Senior Living.
Los problemas de memoria y otras dificultades de pensamiento tienen muchas causas posibles, que incluyen la depresión, una infección o los efectos secundarios de medicamentos. A veces, el problema se puede tratar y mejorar la cognición, es decir, la capacidad de pensar, aprender y recordar con claridad. Otras veces, el problema es un trastorno cerebral, como la enfermedad de Alzheimer que no se puede revertir.
Es importante encontrar la causa de los problemas de memoria y otros problemas de pensamiento para poder determinar el mejor plan de acción. Puede haber hábitos y comportamientos que se puedan cambiar y actividades para mantener la memoria y las habilidades de pensamiento.
Consejos para ejercitar la memoria
1. Ejercicio físico: Realizar actividad física de manera regular puede mejorar la salud del cerebro y la memoria. Se recomienda al menos 30 minutos de actividad física al día, como caminar, correr, nadar, andar en bicicleta, o cualquier otra actividad que disfrutes.
2. Alimentación saludable: Consumir una dieta equilibrada y saludable es importante para la salud general del cuerpo y también puede ayudar a mantener el cerebro saludable. Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, pescado y nueces puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer.
3. Mantenerse mentalmente activo: Mantener el cerebro activo y desafiante puede ayudar a mantener la memoria y reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer. Puedes realizar actividades como leer, hacer crucigramas, aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical, entre otros.
4. Dormir bien: El sueño es importante para la salud del cerebro y la memoria. Se recomienda dormir de 7 a 8 horas diarias.
5. Reducción del estrés: El estrés crónico puede afectar la memoria y la salud en general. Es importante encontrar formas de reducir el estrés, como practicar yoga, meditación o ejercicios de relajación.
6. Controlar la presión arterial y el colesterol: Mantener una presión arterial y niveles de colesterol saludables puede reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer y otros problemas de salud.
7. Socialización: Mantener conexiones sociales puede ayudar a mantener el cerebro activo y reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer. Puedes realizar actividades como reunirse con amigos, unirse a grupos sociales o de voluntariado, entre otros.
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