Existen muchos motivos por los cuales un paciente puede permanecer internado en un hospital. Durante su estancia se hace todo lo posible por su recuperación aunque algunas veces puede ocurrir lo contrario. La desnutrición hospitalaria es uno de los fenómenos más comunes aunque realmente nunca debería ocurrir.
La alimentación es la base de la vida e incluso es tan importante que puede ayudar a prevenir enfermedades. En especial después de una enfermedad o una cirugía es fundamental tener una dieta correcta para conseguir una adecuada recuperación
¿Qué es la desnutrición?
La desnutrición es un estado agudo, subagudo o crónico caracterizado por la insuficiencia de nutrientes necesarios para satisfacer al organismo. Conlleva cambios en la composición corporal como la disminución del compartimento graso y/o muscular, lo que afecta la capacidad del cuerpo para responder ante una enfermedad, así como en su tratamiento.
Si bien la desnutrición en términos generales trae consigo graves consecuencias para la salud, de acuerdo con la Dra. Cynthia Vega, Directora de Relaciones Médicas de PiSA Farmacéutica, es en los pacientes hospitalizados donde el padecimiento puede complicarse debido a factores como la baja ingesta de alimento, la inadecuación nutricia y la presencia de múltiples comorbilidades.
Desnutrición pediátrica: Consecuencias de un problema que puede durar toda la vida
¿Qué es la desnutrición hospitalaria?
La desnutrición hospitalaria se refiere a la condición en la que los pacientes ingresan o desarrollan un estado de desnutrición durante su estancia en un hospital. Este problema es crítico porque se ha asociado con una amplia gama de consecuencias negativas, incluyendo resultados clínicos desfavorables, estancias hospitalarias más prolongadas, mayores costos de atención y un aumento en la mortalidad.
¿Cuántos pacientes con desnutrición hospitalaria hay en México?
En México la prevalencia de riesgo de desnutrición hospitalaria se estima en un 43% de acuerdo con la Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo. Con esto en mente, la detección temprana a través de métodos de tamizaje es fundamental para prevenir sus consecuencias.
¿Cómo se detecta?
Los métodos de tamizaje nutricional se deben realizar las primeras 24 a 48 horas ya que permiten identificar rápidamente a los pacientes en riesgo y justificar una evaluación más detallada.
Se basan en la evaluación de la condición actual del paciente, la estabilidad de su salud, la posibilidad de empeoramiento y el riesgo de aceleración del deterioro nutricional. Al identificar a los consultantes en riesgo, es posible implementar una intervención nutricional adecuada que pueda mejorar significativamente los resultados clínicos.
La desnutrición hospitalaria es un problema multifactorial influenciado por factores biológicos, socioeconómicos, psicológicos y clínicos. Por ejemplo, la edad avanzada es un factor de riesgo significativo, ya que los pacientes mayores tienen un mayor riesgo de desnutrición, lo que incrementa la probabilidad de complicaciones durante su estancia hospitalaria.
Además, un bajo nivel socioeconómico puede limitar el acceso a alimentos adecuados antes de la hospitalización, lo que incrementa el riesgo de que un paciente ingrese ya desnutrido o desarrolle desnutrición durante su internamiento.
INFOGRAFÍA: 7 de cada 10 pacientes mexicanos sufren de desnutrición hospitalaria
¿Cuáles son las consecuencias de la desnutrición en el contexto hospitalario?
La desnutrición en el contexto hospitalario también aumenta el riesgo de infecciones, deteriora la cicatrización de heridas y puede llevar a la caquexia (síndrome de deterioro progresivo), sarcopenia (pérdida de masa muscular, fuerza y funcionamiento de los músculos en adultos mayores) y fragilidad.
Estos problemas afectan la calidad de vida del paciente e incrementan los costos asociados a su atención, que pueden ser hasta un 25% mayores que en pacientes nutridos.
Para prevenir y manejar la desnutrición hospitalaria, es esencial implementar una evaluación nutricional integral y definir un plan de nutrición clínica dependiendo del estado del paciente. Esta evaluación debe considerar antecedentes relevantes y patologías actuales para calcular adecuadamente los requerimientos nutricionales.
La intervención nutricional oportuna puede reducir significativamente las complicaciones relacionadas con la desnutrición. Así mismo, la mejora de las características sensoriales de los alimentos y la variedad en el menú ayuda a aumentar la ingesta en pacientes hospitalizados, evitando la desnutrición.
Los sistemas de salud deben priorizar la atención nutricional como un elemento esencial del cuidado hospitalario. Es importante ver a la nutrición clínica como una inversión en la salud integral del paciente que nos permitirá reducir riesgos, complicaciones, reingresos y acortar la estancia hospitalaria.