Autoridades policiales del gobierno de España a través de sus representantes en la Guardia Civil, confirmaron el descubrimiento de una red criminal especializada en el tráfico ilegal de medicamentos que operaba en buena parte de las naciones del “Viejo Continente“. Una de las agrupaciones delictivas más complejas que se hayan revelado durante los últimos años.
La operación “Vitra” | Descubren en España células de un organismo criminal que opera en Europa
Con esto en mente y tomando como referencia la información depositada en un artículo publicado por la cadena de noticias del portal español Correo Farmacéutico, como parte del plan de acción denominado “Operación Vitra“, desplegado en cuatro fases por un número considerable de agentes de la Guardia Nacional de España, fue descubierta una red de criminales cuyas operaciones se concentran en las naciones de:
- Portugal;
- Grecia;
- Letonia;
- Polonia;
- Hungría; y,
- Bulgaria.
Los cuales se encargaban del comercio ilegal de sustancias anabolizantes, esteroideos, insumos hormonales y otro tipo de medicamentos fuera del cauce legal de la Unión Europea.
Dato: De acuerdo con las autoridades ministeriales de España, los Estados Unidos tienen una mención especial al ser uno de los países que también participaban en la red ilegal de medicamentos al registrar un número importante de exportaciones a dichos países de Europa.
El modus operandi | Sustancia ocultas en cartuchos de computadora y los entrenadores de gimnasio
Asimismo, la Guardia Nacional de España descubrió que el modus operandi de la organización criminal se basaba en el perfeccionamiento de las líneas de transporte con profesionales capacitados para el traslado de la mercancía que se hacia desde Portugal, Grecia, Letonia, Polonia, Hungría, Bulgaria y Estados Unidos a la península ibérica.
El modus operandi empleado para el pago a proveedores ubicados en el extranjero, era el envío de dinero oculto en el interior de diverso material que, a su vez, se remitía en paquetería postal, como fue el caso, entre otros, de un envío intervenido de 80 mil 000 euros ocultos en cartuchos de impresora que iban destinados a Grecia. La comercialización de los productos se realizaba a través de profesionales ligados al fisicoculturismo deportivo, quienes, debido a su profesión, poseían una red de contactos y clientes potenciales para este tipo de sustancias prohibidas.
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