Un equipo de investigadores y especialistas de la Universidad de Lausana en Suiza descubrieron que el sueño en humanos y roedores cambia cada 25 segundos aproximadamente y que alterna entre estados de alerta y descanso reparador.
De acuerdo con un estudio publicado durante las primeras horas de este 14 de febrero en la revista especializada Science Advances, cada 25 segundos el cerebro y corazón se preparan para despertar, mientras que, durante los 25 segundos siguientes, el organismo se sumerge en un sueño profundo que resulta benéfico para la recuperación y consolidación de nuestra memoria.
Es un proceso de alternancia entre descanso y alarma que dura 25 segundos durante todo el tiempo que permanecemos dormidos.
Al respecto, la experta en neurociencia y una de las principales responsables del trabajo de investigación de la institución helvética, Anita Lüthi, destacó que estas fases del sueño son más complejas de lo que parece al reflexionar sobre la imperativa necesidad de permanecer alertas frente a posibles amenazas externas durante 25 segundos de descanso.
Para que el sueño sea beneficioso, este debe ser lo suficientemente largo y tener continuidad fisiológica, pero a la vez, también debe poseer un determinado grado de fragilidad para que el individuo dormido pueda reaccionar ante impulsos externos y amenazas potenciales.
Para ejemplificar lo anterior, la doctora Lüthi explicó que si un gato salta sobre la cama de una persona que se encuentra en la etapa de sueño profundo, ésta no reaccionará. Sin embargo, si ese mismo gato salta nuevamente durante el lapso en el que el individuo se encuentra en el estado de alerta, el individuo se despertará inevitablemente.
Imagen: Universidad de Lausana