La Universidad de Loyola, en Chicago, Estados Unidos, anunció que las proteínas anormales encontradas en el Parkinson, Alzheimer y Huntington, comparten una característica en común: poseen la misma capacidad destructiva cuando invaden las células del cerebro.
Dicho descubrimiento podría ser la clave para determinar el proceso por el cual los tres padecimientos se propagan rápidamente por el cerebro afectando las funciones de este órgano. Asimismo, este descubrimiento también propone que un tratamiento efectivo para una de estas enfermedades neurodegenerativas podría ser eficaz también para los otros padecimientos de esta índole.
Edward Campbell y William Flavin, autores principales del estudio publicado en la revista Acta Neuropathologica, mencionaron que “una posible terapia implicaría elevar la capacidad de una célula cerebral de degradar un grupo de proteínas y vesículas dañadas. Si pudiéramos hacer esto con una enfermedad, no sería descabellado pensar que esta misma terapia sería efectiva en las otras dos enfermedades”.
Parkinson, Alzheimer y Huntington son tres enfermedades progresivas, debilitantes e incurables que afectan diferentes partes del cerebro. Estudios anteriores han señalado que en dichos padecimientos, las proteínas con estructuras anormales forman grumos dentro de las células cerebrales. “Estos grupos pasan de una célula a otra, ocasionando muerte celular. Diferentes proteínas están relacionadas en cada enfermedad: tau en Alzheimer, alfa-sinucleína en Parkinson y huntingtina en la enfermedad de Huntington”.
El estudio de la Universidad de Loyola se especializó en cómo estos grupos de proteínas afectan una célula cerebral sana. “Una vez que las proteínas llegan al interior de la célula, entra en forma de vesículas. Después las proteínas dañan o rompen las membranas de las vesículas permitiéndoles el paso para invadir el citoplasma celular y ocasionar una disfunción adicional”, explicaron los expertos.
El descubrimiento de que los agregados proteicos relacionados con los tres padecimientos causan el mismo tipo de daño vesicular fue algo que no esperábamos. Estos resultados deben tener un seguimiento y confirmados en futuros estudios.