Aunque muchos profesionales de la salud pensaban que se trataba de una mera anécdota hospitalaria, una investigación constató que el “efecto imitación” en el hospital es real.
Los investigadores de la Universidad de Chicago informaron que por mucho tiempo se pensó que el efecto imitación sólo era una sospecha, pero al observar que en una unidad típica de 20 camas de un hospital la salud de un paciente empeoró gravemente (paro cardiaco), o fue transferido a una unidad de cuidados intensivos, el resto de los pacientes que pertenecen a esa misma sala, tuvieron un mayor riesgo de complicaciones de salud dentro de sus propias condiciones médicas.
Los investigadores también hallaron que en las seis horas posteriores a un episodio de enfermedad crítica, las probabilidades de que otro paciente que se encuentra en la misma habitación padezca una complicación de salud se incrementaron un 18 por ciento. “En el caso de dos eventos de este tipo durante un lapso de seis horas, el riesgo de que otro paciente experimentara una crisis fue de 53 por ciento”, explicó Matthew Churpek, uno de los investigadores participantes.
De acuerdo a nuestros resultados, es importante que después de cuidar a un paciente que se enferma gravemente en las salas del hospital, hay que monitorear el comportamiento de los otros pacientes que se encuentran en la misma sala. Por lo tanto debemos realizar una evaluación completa sólo para asegurarnos de que su salud se encuentra estable.
Añadió que este tipo de eventos por fortuna no ocurren con mucha frecuencia. “Aproximadamente 84 mil pacientes adultos fueron ingresados en camas no UCI a la Universidad de Chicago de 2009 a 2013. De esta cifra 5 por ciento de los pacientes fueron enviados a una unidad de cuidados intensivos o sufrieron un paro cardiaco en el hospital”, detalló Churpek, quien resaltó que se necesitan más estudios para saber las causas de este efecto.