Las inflamación es uno de los principales factores por los cuales los pacientes con diabetes padecen complicaciones como derrames cerebrales, enfermedades renales o ataques cardiacos.
Pero de forma sorpresiva, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, Estados Unidos, lograron descubrir lo que podría ser un posible desencadenante de la inflamación crónica, la cual permite que ocurran este tipo de graves complicaciones.
Los expertos mencionaron que gracias a trabajos previos, ya se conocía que el exceso de grasa en la dieta provoca la resistencia a la insulina estimulando con ello la inflamación crónica. Pero ahora, los investigadores experimentaron con ratones de laboratorio y descubrieron que cuando algunas células inmunes no son capaces de fabricar grasa, los roedores no desarrollaron diabetes e inflamación, incluso cuando su dieta era rica en grasa, dijeron los científicos en la revista Nature.
“Muchos pacientes, aún los que reciben terapia óptima, tienen un gran riesgo de morir a causa de las complicaciones de la inflamación crónica. Pero con este hallazgo es posible bloquear la producción de grasa dentro de las células inmunes y con ello, prevenir la inflamación en los pacientes con diabetes. Y si somos optimistas, incluso podríamos tener grandes avances en otras enfermedades como artritis y cáncer, pues en ambas la inflamación juega un rol muy importante”, dijo Douglas F. Covery, líder del estudio.
Agregó que los ratones estaban genéticamente alterados por lo que no podían producir la enzima para la fabricación de ácido graso sintasa en las células inmunes llamadas macrófagos. “Sin esta enzima, es difícil que ocurra la producción de ácidos grasos”, dijo Covery.
Aunque esto representa un gran avance, el investigador aclaró que la eliminación de la inflamación no es la solución para evitar las complicaciones de la diabetes, pues este proceso también es necesario para que el organismo elimine patógenos infecciosos del cuerpo, además de que ayuda a curar heridas.
“Si logramos bloquear un poco la inflamación, pero sin eliminar por completo la capacidad de los macrófagos, salvaríamos millones de vidas”, afirmó el investigador.