Prevenir y curar el cáncer de páncreas ahora podría ser una realidad gracias a una investigación liderada por el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona.
El proyecto liderado por Pilar Navarro, investigadora del IMIM y del IIBB-CSIC arrojó junto a su colega Gabriel Rabinovich, científico del Instituto de Biología y Medicina Experimental de Buenos Aires, demostraron la importancia que tiene la proteína Galectina-1 (Gal1) en el desarrollo cancerígeno.
El potencial de la Gal1
Los investigadores mencionaron que ya habían conseguido demostrar el potencial que tenía la Gal1 con anterioridad. Sin embargo, ahora lo han comprobado a través de la experimentación con ratones desarrollado en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
Los ratones que utilizaron para el estudio presentaban la mutación del oncogén KRas, una de las más frecuentes en el cáncer de páncreas. De esta manera, consiguieron simular de forma bastante precisa la progresión del tumor tal como ocurre en los seres humanos.
A la hora de su progresión, los especialistas decidieron eliminar la proteína Gal1 y observaron que gracias a esto, el progreso del tumor fue más lento.
Ante este descubrimiento se suma las conclusiones hechas por el Journal of Experimental Medicine, en el que explican que el equipo liderado por el profesor del CSHL David Tuveson trató de descubrir -mediante la experimentación con ratones y páncreas creados en un laboratorio- por qué este cáncer, como otros, lleva a los pacientes a producir más colesterol y si este incremento respondía a una necesidad del tumor para su crecimiento.
Un problema latente en México
En México, alrededor de 35 mil casos se diagnostican cada año en ese país y 95% de estos muere en menos de cinco años a causa de esta enfermedad. Los factores de riesgo con clara asociación con el CP son la edad avanzada y el fumar tabaco.
Los estudios han mostrado asociación menos clara con pancreatitis crónica, diabetes mellitus tipo 2 y exposición ocupacional a sustancias como el cadmio, radón o cromo. También existe un componente hereditario en alrededor de 10% de los casos de CP asociado a pancreatitis hereditaria, síndrome de Peutz-Jeghers, mutaciones del BRCA-1 y BRCA-2, cáncer colorrectal no polipósico y melanoma múltiple atípico familiar entre otros. Algunos estudios epidemiológicos sugieren cierta protección con la ingesta de dieta abundante en frutas y verduras, al parecer por su efecto antioxidante.
Además, según cifras del American Cancer Society se espera que en un futuro aproximadamente 60,430 personas (31,950 hombres y 28,480 mujeres) serán diagnosticadas con cáncer de páncreas y 48,220 personas (25,270 hombres y 22,950 mujeres) morirán a causa de cáncer de páncreas.
En el caso del nivel de supervivencia, la Evaluación de la mortalidad por cáncer de páncreas en México, arroja que las personas que lo padecen es de tan solo el 5% a 5 años.
Esto es atribuido principalmente al retraso en su diagnóstico, ya que en las fases iniciales se presentan síntomas inespecíficos que dificultan su diagnóstico tales como ictericia, pérdida de peso, dolor abdominal y osteomalacia. Sólo un 10 a 20% de los pacientes son diagnosticados en etapas tempranas en las que es factible la extirpación del tumor y una posible curación.
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