¿Alguna vez te has preguntado cómo trabajan los mecanismos genéticos que facilitan la resistencia a antibióticos?
Según información de la ONU, la resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo.
¿Por qué?
La resistencia a los antibióticos puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o el país en el que viva. Asimismo, la resistencia es un fenómeno natural, aunque el uso indebido de estos fármacos en el ser humano y los animales está acelerando el proceso.
Por lo anterior, lamentablemente cada vez es mayor el número de infecciones como; neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis. Cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.
Además, vale la pena recordar que la resistencia a los antibióticos prolonga las estancias hospitalarias, incrementa los costos médicos y aumenta la mortalidad.
¿Pero, qué son?
Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. Sin embargo, la resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos.
Como también menciona la ONU, son las bacterias, y no los seres humanos ni los animales, las que se vuelven resistentes a los antibióticos. Estas bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones en el ser humano y por ende, son más difíciles de tratar que las no resistentes.
Descubre como trabajan los mecanismos que facilitan su resistencia
Por primera vez, una investigación internacional de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Oxford ha descrito en tiempo real cómo actúan estas plataformas.
Se trata de los integrones, los cuales son plataformas genéticas que permiten a las bacterias capturar y coleccionar genes de resistencia a los antibióticos. Lo anterior, con la finalidad de esquivar los efectos de estos fármacos.
Sobre el estudio…
El estudio publicado por la revista eLife, arrojó que el uso intensivo de antibióticos tiene una asociación más fuerte con la resistencia a nivel de población que el uso amplio de antibióticos de bajo nivel.
“Los integrones son como pequeños cerebros bacterianos: permiten aprender muchas funciones, incluidas las de cómo resistir a antibióticos, y acumularlas como una memoria de bajo coste. En realidad, no se encuentran de forma natural en las bacterias clínicas, llegaron a ellas como consecuencia del uso masivo de antibióticos”, explica José Antonio Escudero, investigador del Departamento de Sanidad Animal y miembro del grupo Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la UCM.
Plataformas genéticas
Los integrones móviles son plataformas genéticas generalizadas que permiten a las bacterias modular la expresión de casetes de resistencia a antibióticos al mezclar su posición a partir de un promotor común. El estrés por antibióticos induce la expresión de una integrasa que escinde e integra casetes, y se cree que este sistema de expresión y recombinación único permite que las bacterias ‘evolucionen a demanda’ en respuesta a la presión de los antibióticos.
Para probar la hipótesis, los expertos insertaron un integron de tres casetes personalizado en Pseudomonas aeruginosay. Utilizando la evolución experimental para medir el impacto de la actividad de la integrasa en la adaptación a la gentamicina.
Conclusiones
Fundamentalmente, la actividad de la integrasa aceleró la evolución al aumentar la expresión de un casete de resistencia a la gentamicina. A través de duplicaciones y al eliminar los casetes redundantes.
Es importante destacar que no se encontró evidencia de efectos nocivos fuera del objetivo de la actividad de la integrasa. En resumen, los integrones aceleraron la evolución de la resistencia al generar rápidamente una variación combinatoria en la composición del casete mientras se mantiene la integridad genómica.
Eso podría traer luz a un problema que hay que frenar
Por lo tanto, comprender los integrones podría orientar las estrategias futuras de tratamiento con antibióticos, por ejemplo, combinando antibióticos con sustancias químicas que bloquean la actividad de la integrasa. O de ser posible, forzar a las bacterias a eliminar los casetes de resistencia mediante el ciclo de diferentes antibióticos.
La ONU y su compromiso con la salud
Por último, según el comunicado de la ONU citado a continuación, es necesario que se cambie urgentemente la forma de prescribir y utilizar los antibióticos.
Aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza.
Los cambios de comportamiento también deben incluir medidas destinadas a reducir la propagación de las infecciones, a través de la vacunación, el lavado de las manos, la seguridad de las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.
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