El descanso es necesario para la salud tanto física como mental, pero se convierte en una actividad aún más importante durante la gestación, debido a que también está en juego el bienestar del bebé.
Durante la gestación, las mujeres experimentan diversos cambios en todos los aspectos, incluido el momento de relajarse y dormir.
Algunos de los cambios que ocurren en el ciclo del sueño están relacionados con los cambios hormonales y emotivos o psicológicos, a los que se suma la ansiedad.
Durante el primer trimestre del embarazo, aumenta el tiempo total de sueño comparado con el estado no gestante1 y disminuye progresivamente durante el tercer trimestre. Las alteraciones del sueño o del descanso están presentes en los tres tercios de la gestación, pero durante el tercer trimestre se observa un mayor impacto en la calidad y la cantidad de sueño2.
Una investigación de Journal Sleep, publicado en la revista especializada Sleep, asegura que el mal descanso durante el embarazo, puede aumentar el riesgo de hipertensión. Las mujeres que duermen seis o menos horas cada noche son más propensas a sufrir hipertensión durante el tercer trimestre de gestación, mientras que las que duermen cinco horas o menos, tienen un riesgo diez veces mayor.
Las alteraciones del sueño se han asociado con algunos cambios hormonales, entre ellos:
- Aumento de los niveles de progesterona, causa de fatiga y somnolencia diurna.
- Aumento de los niveles de estrógenos, que disminuye selectivamente la activación del sueño REM en el área preóptica ventrolateral.
- Alteraciones en la secreción de cortisol, que disminuye el sueño REM y aumenta el sueño de ondas lentas.
- Alteraciones de los niveles de prolactina, cuya secreción exacerba el sueño de ondas lentas.
- Alteraciones de los niveles de hormona del crecimiento, que se asocian con el inicio y mantenimiento del sueño de ondas lentas, además de desempeñar un papel importante en el crecimiento y desarrollo del feto1, 3.
Si bien estos cambios obedecen a un proceso fisiológico normal en la mujer embarazada, puede generar complicaciones, especialmente cuando se presenta obesidad, ya que la prevalencia de apnea del sueño es mayor. En varios estudios se ha descrito que las mujeres con preeclampsia, padecimiento asociado con la obesidad materna, presentan con más frecuencia alteraciones respiratorias, eventos de hipoxia nocturna, apnea obstructiva del sueño y ronquidos4, 5
La hipertensión en el embarazo (preeclampsia), es una complicación caracterizada por el aumento de la tensión arterial durante la gestación, que si no es tratada a tiempo puede acarrear graves consecuencias para la madre y afectar el desarrollo del feto.
El buen descanso durante el embarazo se traduce en salud para la madre y para el bebé. Al estar descansada, el flujo sanguíneo será optimo, favoreciendo la llegada de oxígeno y los nutrientes necesarios para el adecuado desarrollo del bebé.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Balserak BI, Lee K. Sleep disturbances and related disorders in pregnancy. En: Balserak BI, Lee K, editors. Principles and practice of sleep medicine. EE. UU.: Saunders; 2010.
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- Parra O, Sánchez-Armengol A, Capote F, Bonnin M, Arboix A, Campos-Rodríguez F, et al. Efficacy of continuous positive airway pressure treatment on 5-year survival in patients with ischaemic stroke and obstructive sleep apnea: a randomized controlled trial. J Sleep Res. 2015; 24: 47-53
- Pien GW, Pack AI, Jackson N, Maislin G, Macones GA, Schwab RJ. Risk factors for sleep-disordered breathing in pregnancy. Thorax. 2014; 69: 371-377.
- Dominguez JE, Street L, Louis J. Management of obstructive sleep apnea in pregnancy. Obstet Gynecol Clin North Am. 2018; 45: 233-247