De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat) 2016-2017, el año antepasado acudieron alrededor de 19 mil mexicanos a los Centros de Atención Primaria en Adicciones por alcoholismo. Y de hecho, en los Centros de Tratamiento y Rehabilitación No Gubernamentales, esta sustancia fue identificada por casi la mitad de los internos como la puerta de entrada a su dependencia física y psicológica de otros compuestos.
Más allá del caso de México, el problema del alcoholismo es verdaderamente global; pero un grupo de chilenos podría haber desarrollado una eficaz herramienta para ayudar a resolverlo. Se trata de un aerosol diseñado por las Universidades de Chile y del Desarrollo, ambas en el país sudamericano. Este tratamiento utiliza células madre que inhibe los episodios de recaída.
De acuerdo con Yedy https://www.saludiario.com/wp-content/uploads/2015/12/8f6d71a5-bigstock-human-brain-and-computer-chip-39563953-1-e1464383720513.jpg, líder del equipo de investigación y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, se les administró whisky a un grupo de ratas durante tres meses consecutivos para desarrollar el alcoholismo. Las dosis eran equivalentes a las de un hombre de 70 kilos que consumiera litro y medio de la bebida, de 50 grados de alcohol, diario.
Posteriormente, las ratas fueron separadas en dos, control y experimentación, y después se les dejó en un periodo de abstinencia por 14 días. Al segundo grupo se le administraron células madre mesenquismáticas al líquido cefalorraquídeo a través de una solución en aerosol, mientras que a las otras simplemente se les proveyó un placebo. Al término del tiempo de espera, se puso a prueba su nivel de alcoholismo poniéndoles whisky para que bebieran a su gusto.
Las ratas adictas que fueron tratadas con el aerosol ingirieron lo equivalente a lo de un bebedor social humano, alrededor de 28 gramos de whisky; mientras que las del grupo de control consumieron casi cinco veces más que sus compañeras. En subsecuentes dosis del aerosol, se probó que la inhibición del alcoholismo alcanzaba un nivel de hasta 90 por ciento.
Ahora, los investigadores analizarán si la misma terapia de aerosol que utilizaron para el alcoholismo puede replicarse para reducir la dependencia a la nicotina. El equipo de trabajo no mencionó qué pasará con el producto que ya tienen desarrollado.