Médicos del movimiento 22 de junio demandaron establecer una defensora de derechos humanos que vele por los galenos en el ejercito de su profesión.
Verónica Sosa Pavón, miembro de esta asociación y cirujana del Hospital Pediátrico de Peralvillo, quien al igual que otros muchos facultativos se manifestó en las calles capitalinas para exigir seguridad y mejores condiciones laborales el fin de semana pasado, precisó que los médicos requieren protección frente a la delincuencia organizada y familiares de pacientes insatisfechos con servicios médicos, ya que suelen ocurrir inconformidades ante la falta de medicamentos y de condiciones óptimas para trabajar.
El Movimiento Médicos 22 de junio surgió en 2104 tras presentarse discrepancias entre grupos al interior de #Yosoymédico17. Desde entonces, el capítulo de Ciudad de México ha formado parte del Frente Operativo del Sector Salud (conformado por la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros de México y estados como Michoacán, Oaxaca yChiapas).
En entrevista con Denise Maerker, la cirujana recordó que la criminalización de médicos se encuentra en todos los niveles, pues la sufren desde pasantes en comunidades alejas quienes están desprotegidos y no cuentan con los recursos indispensables para atender a los pacientes, de modo que son agredidos por los pobladores; hasta en las grandes ciudades, donde la falta de insumos hace que la gente culpe y ataque a los médicos, o bien, en estados con alto índice de criminalidad en los que, incluso, son secuestrados para atender a delincuentes del crimen organizado y las mujeres son víctimas de violación.
Detalló que estos problemas se relacionan tanto con los recortes presupuestales como con la ampliación de la atención por el Seguro Popular, ya que con esto se dio a los médicos y enfermeras la responsabilidad de atender a más personas con menos recursos, lo que, a su vez, ha generado una crisis que los pone en peligro.
Destacó que todos estos factores ocasionan la agresividad de los usuarios de los servicios de salud, quienes han puesto en peligro la vida de médicos, enfermeras y pasantes, no obstante, aunque han observado voluntad política de las autoridades para resolver el problema, éste sigue avanzando y la respuesta a su pliego petitorio es lenta.
Insistió en que los médicos están indefensos en casos de secuestro, violación sexual, tortura, desaparición y asesinato, particularmente en unidades médicas ubicadas en áreas rurales azotadas por la violencia.
Previamente, Sosa Pavón indicó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha rechazado las solicitudes de defensa de médicos por ser funcionarios públicos, “como si no fuéramos seres humanos por ser servidores públicos”, criticó la cirujana.
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