La llegada de diciembre trae fiestas y reuniones familiares. Es una época marcada por la felicidad y un ambiente gélido. Aunque detrás de este escenario hay un problema de salud bastante común pero del que pocas veces se habla. Su nombre es depresión blanca tiene varios síntomas bastante característicos.
¿Qué es la depresión blanca?
La temporada navideña, aunque llena de alegría y festividades, puede representar un desafío emocional para muchas personas. La presión social, las expectativas poco realistas y las demandas financieras pueden contribuir a la depresión y al estrés.
Con la llegada del invierno, un fenómeno psicológico conocido como “depresión blanca” o “depresión estacional” tiñe los días más cortos y las noches más largas con sombras emocionales. Esta condición, a menudo vinculada al Trastorno Afectivo Estacional (TAE), afecta a un número significativo de personas durante los meses más fríos, alcanzando su punto álgido en diciembre.
De acuerdo con la especialista en psiquiatría de TILA, la Dr. Gina Chapa, en esta época muchas personas desarrollan este fenómeno que se caracteriza por sentimientos de melancolía, tristeza y ansiedad que pueden afectar significativamente el estado emocional de las personas.
Aunque el término “depresión blanca” no es un diagnóstico clínico, describe una serie de síntomas emocionales que se manifiestan comúnmente en esta época del año.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión blanca?
- Tristeza persistente: Sentimientos de tristeza o desesperanza que persisten durante la temporada invernal.
- Fatiga y falta de energía: Sensación constante de cansancio y falta de motivación para participar en actividades cotidianas.
- Aumento del sueño: Mayor necesidad de sueño, a menudo acompañada de dificultad para despertar por la mañana.
- Cambios en el apetito: Aumento del apetito, especialmente de alimentos ricos en carbohidratos, que pueden llevar a cambios en el peso.
¿Cómo se pueden enfrentar los síntomas de la depresión blanca?
- Establecer expectativas realistas: Reconocer que no todo será perfecto y aceptar las imperfecciones puede reducir la presión y el estrés asociado con la temporada navideña.
- Planificación y organización: Organizar las actividades y compromisos con anticipación ayuda a distribuir responsabilidades y evita sentirse abrumado.
- Meditación para el bienestar emocional: Las sesiones de meditación guiada, música relajante y ejercicios de respiración son de utilidad para abordar el estrés, la ansiedad y mejorar el sueño.
- Preservar tradiciones significativas: Enfocarse en las tradiciones que tienen un significado personal puede crear un ambiente acogedor y fortalecer los lazos familiares.
- Evitar comparaciones y fomentar la gratitud: Enfocarse en lo positivo, evitar comparaciones con imágenes idílicas y fomentar la gratitud contribuyen a un enfoque más saludable de las festividades.
- Mejorar la calidad del sueño al dormir: Utilizar herramientas y técnicas que ayuden a mejorar la calidad del sueño al dormir. Desde acciones como oscurecer la habitación en su totalidad o utilizar música relajante o sonidos ambientales ayudarán a mejorar la calidad del sueño y así obtener un mejor descanso.
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