Las jeringas vacías o de aire representan un riesgo latente dentro de las instituciones públicas.
La llegada de las vacunas contra el virus del COVID-19 no sólo trajo consigo alivio y esperanza. Sino también escenarios en donde la seguridad y confianza sobre su efectividad diariamente tambalea en la cuerda floja de la verdad.
El relato más reciente sobre esto, son las llamadas “jeringas de aire”, una práctica que cada día está ocurriendo con más naturalidad dentro de algunas instituciones médicas.
Tan sólo recordemos el día en que dos enfermeras fueron suspendidas en Brasil luego de emplear jeringas “con aire” para inyectar a adultos de la tercera edad contra COVID-19.
Los hechos involucraron a dos enfermeras retiradas que dijeron estaban disponibles para vacunar a adultos de la tercera edad contra COVID-19, sin embargo, las jeringas empleadas para la aplicación de la vacuna estaban vacías.
Si bien en ese entonces los hechos generaron indignación en diversos países, en esta ocasión le tocó a Colombia, país que con este, ya suma 3 casos parecidos.
¿Cómo se dieron las cosas?
Los hechos ocurrieron cuando una joven denunció y grabó como a su abuela le administraban una jeringuilla lo único que contenía era aire.
“De acuerdo a medios internacionales, el hecho se registró la mañana del martes 23 de marzo, en el estadio Romelio Martínez, de Barranquilla, Colombia. Claudia Zárate acompañó a su padre para que se aplicará la dosis contra COVID-19, sin embargo descubrió que la jeringa que utilizaron estaba vacía”.
Gracias a que grabó lo que para ella era un recuerdo trascendente, pudo descubrir que la vacuna estaba completamente vacía. Sin embargo, la rápida acción de la enfermera desde un inicio hizo dudar a Dayana, quien tiempo después confirmó sus sospechas al revisar las imágenes captadas.
“Cuando llegó el momento de realizar la vacunación, la encargada le introdujo una jeringa vacía. Yo no me doy cuenta inicialmente, pensé que la había metido demasiado rápido y el líquido salió rápido. Y le dije, ¿eso fue todo? Y me dijo sí, es que el líquido se salió”, recuerda.
Tras la denuncia, la enferma decidió aplicar una nueva dosis a su padre. Sin embargo, Claudia se pronunció ante el hecho mencionando que:
“No puede seguir pasando este tipo de ‘errores’ como ellos le llaman. No nos informaron qué dosis ni qué tipo de vacuna le aplicaban. No la prepararon delante de uno, no hicieron la presentación como otros protocolos”.
La reacción de Colombia
Al respecto, la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), el gremio de las EPS, aseguró que esos casos eran excepcionales en el país.
“Los casos de las jeringas vacías parecen ser hasta donde hemos logrado recoger información son casos supremamente excepcionales, donde las autoridades y los organismos de control de las propias EPS están investigando para tomar las medidas preventivas”, señaló a la FM Radio el presidente de Acemi, Gustavo Morales.
Los tres casos han sido denunciados por los familiares y acudientes que han acompañado a los adultos mayores a su proceso de vacunación. El primero, se conoció a través de un video que circuló el pasado 11 de marzo en redes sociales, donde se puede ver como una trabajadora de la salud en Floridablanca, Santander, le introdujo a una adulta mayor de 80 años una jeringa sin biológico.
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