La efectividad de las pruebas diseñada para la detección del Alzheimer es fundamental, ya que la enfermedad neurológica es la responsable de la muerte de poco más un millón 540 mil personas en todo el planeta, de acuerdo con la más reciente evaluación elaborada por los especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un equipo multidisciplinario de investigadores adscritos al Centro Nacional Japonés de Geriatría y Gerontología (CNGG), desarrollaron una prueba para la detección de la toxina asociada a la progresión del Alzheimer.
Una prueba menos invasiva
Con esto en mente, el Dr. Katsuhiko Yanagisawa, médico especialista y uno de los principales responsables del trabajo de investigación, detalló que la prueba demostró un 90 por ciento de efectividad en la identificación de la proteína tóxica conocida como beta amiloide, relacionada con el la enfermedad neurológica en un estudio aplicado a 370 pacientes.
Actualmente, los médicos usan escáneres cerebrales o pruebas invasivas de líquido cefalorraquídeo, también conocidas como punción lumbar, para ver si los pacientes tienen una acumulación de la proteína beta amiloide en el cerebro. Pero estas pruebas son invasivas, caras y solo pueden mostrar resultados cuando la enfermedad ya ha progresado. Por ello, hacerse una prueba de sangre sencilla y barata podría facilitar que las empresas farmacéuticas encuentren a suficientes personas con riesgo de desarrollar Alzheimer para probar posibles medicamentos que combatan la enfermedad.
La epidemia del Alzheimer
De acuerdo con la OMS, se calcula que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones para el año 2030 e, incluso, se prevé un ascenso de hasta 152 millones de pacientes diagnósticados para 2050.
Buena parte de ese incremento puede achacarse al hecho de que en los países de ingresos bajos y medios el número de personas con demencia tenderá a aumentar cada vez más.
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