Un estudio de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), dio a conocer que los pacientes que desarrollan obesidad a partir de los 50 años de edad, tienen más posibilidades de padecer demencia.
Nuria Vilarrasa, coordinadora del área de Obesidad de la SEEN y Purificación Martínez, representante de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), indicaron que además de la presencia de la obesidad, otro de los factores que condiciona la demencia es la forma en que se distribuye la grasa en el cuerpo.
Tenemos datos que sugieren que la grasa abdominal podría elevar el riesgo de deterioro cognitivo y demencia.
Por su parte, Purificación Martínez manifestó que otro factor de riesgo es la resistencia a la insulina, la cual está vinculada a niveles más altos de beta-amiloide, sustancia que está presente en el desarrollo de algunos tipos de demencia.
Las personas con obesidad también son más proclives a padecer enfermedades cardiovasculares, padecimientos que pueden afectar el riesgo sanguíneo cerebral y aceleran el deterioro cognitivo.
Debido a que uno existe un tratamiento específico, mencionaron que la solución recae en la dieta saludable y ejercicio físico frecuente.
Varios estudios han observado una disminución del riesgo de demencia con ayuda del ejercicio físico regular, además de que beneficia la síntesis neuronal.