Con base en la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente se registra un promedio de 372 mil 960 nacimientos por día a nivel global. Sin importar los factores externos o cualquier tipo de incidentes como los que hoy se viven, siempre habrá embarazadas que requieran apoyo. El trabajo de los médicos y todos los trabajadores de la salud es indispensable para conseguir alumbramientos seguros y con el menos número posible de contratiempos.
En ese sentido, la mayor recomendación de las autoridades sanitarias es la lactancia materna por todos los beneficios que produce. Además de ofrecer los nutrientes necesarios para el bebé, también le brinda protección que tiene impacto en el resto de su vida.
Pese a lo anterior, a la fecha se estima que apenas el 38 por ciento de los bebés en el mundo se alimentan exclusivamente de leche materna durante los primeros 6 meses de vida. Por lo mismo se presentan 800 mil muertes prematuras cada año. Para contrarrestar el panorama, un objetivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) es aumentar el índice de lactancia materna al 50 por ciento para el año 2025.
¿Amamantar a bebés aunque la madre esté infectada?
Ahora bien, una pregunta generalizada que persiste en la actualidad es si resulta conveniente que mujeres infectadas con Covid-19 amamanten a sus bebés. La duda surge por el temor a que transmitan la enfermedad a sus hijos y eso pueda derivar en consecuencias mortales.
Al respecto, la OMS publicó el documento oficial Lactancia Materna y Covid-19 en el que responde a la interrogante. En primera instancia se menciona que a la fecha no se ha detectado el virus SARS-CoV-2 en la leche de ninguna madre con sospecha o confirmación de Covid-19. Por lo tanto, se especifica, parece poco probable que la enfermedad pueda transmitirse al amamantar o a través de la leche materna extraída de una mujer considerada caso sospechoso o confirmado.
Los bebés tienen un bajo riesgo de contraer el Covid-19 y, entre los casos confirmados, la mayoría ha padecido la enfermedad de forma leve o asintomática, lo mismo que ocurre con otros coronavirus como el MERS o el SARS-CoV.
Por otra parte, se menciona que la actual evidencia científica muestra que el Covid-19 es una amenaza “mucho menor” para la supervivencia de los bebés que las infecciones contra las que protege la leche materna.
A su vez, se debe recordar el caso inédito en el mundo registrado hace unos días en San Luis Potosí. Nacieron unos trillizos que dieron positivo a la prueba Covid-19; sin embargo, ninguno de sus padres está infectado. A la fecha continúa en investigación lo ocurrido para determinar cómo se produjo la transmisión.
Así que en conclusión, siempre debe prevalecer la lactancia materna en todos los recién nacidos. Es una práctica que tú como médico debes fomentar en todas tus pacientes por los efectos benéficos que provoca.