En el marco del Día de Muertos (2 de noviembre) y el Día de Todos los Santos (1 del mismo mes), cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) revelan parte de la relación que sostienen los mexicanos con la muerte.
En este 2016, por ejemplo, la esperanza de vida llegó a los 75,1 años, pero los datos más recientes del instituto (del 2014) revelaron que por cada 100 mujeres que fallecen, los hacen 131, 2 hombres.
Asimismo, registros del Conapo (también de 2014) indican que las principales enfermedades crónicas causantes de decesos son:
- Diabetes mellitus: 14,8 por ciento.
- Enfermedades isquémicas del corazón: 13 por ciento.
- Padecimientos hepáticos: 5,4 por ciento.
- Enfermedades cerebrovasculares: 5,2 por ciento.
Si bien estos datos son muy interesantes, cabe hacer hincapié en las cifras que representan a los más pequeños, pues se sabe que 63,1 por ciento de defunciones entre menores de un año ocurrieron durante sus primeros 28 días de vida por afectaciones originadas en el periodo perinatal (49,6 por ciento); malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (25,4 por ciento); y neumonía (4,1 por ciento).
Entre preescolares (1 a 4 años de edad) las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (16,5 por ciento) encabezan la lista de causas de decesos, seguidas de neumonía (8,1 por ciento) y los accidentes de transporte (6,6 por ciento).
En los niños de cinco a 14 años, la principal causa de fallecimientos son los accidentes de tránsito (11,2 por ciento) seguidos por la leucemia (9,9 por ciento) y las malformaciones congénitas (6,6 por ciento).
En cambio, entre los jóvenes de 15 a 29 años, aunque gozan de buena salud, la mortalidad y morbilidad siguen siendo elevados por factores como alcohol, tabaco, inactividad física, relaciones sexuales riesgosas y exposición a violencia, de modo que la mayoría de los fallecimientos entre este grupo etario son clasificados como violentos, sobre todo en varones.
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