Incorporar una dieta mediterránea podría ser la solución para evitar desarrollar cáncer de estómago. Así lo dio a conocer una investigación realizada por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) y del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, en España.
En el estudio participaron 295 pacientes con adenocarcinoma estomacal, así como 3 mil 40 personas sanas de diez regiones españolas.
Los autores principales del estudio, Adela Castelló y Nuria Aragonés, mencionan en la revista Gastric Cancer que los patrones en la dieta occidental en el que el consumo de lácteos grasos, granos refinados, carnes procesadas, bebidas azucaradas, entre otros, representan un grave riesgo de desarrollar cáncer de estómago.
Las personas que siguen un patrón de comida mediterránea presentan un elevado consumo de frutas y verduras, pero también suelen agregar a su dieta pescado, papas hervidas, legumbres y aceite de oliva. Además prefieren consumir frutas enteras en vez de ingerirlas en zumos.
De esta forma, las personas con un alto consumo de una dieta occidental tuvieron el doble de riesgo de desarrollar un adenocarcinoma de estómago que las personas con un patrón dietético mediterráneo.
Los profesionales de la salud deben transmitir a sus pacientes la importancia de reducir lo más posible el consumo patrones alimenticios occidentales y, en cambio, incrementar la ingesta de productos mediterráneos: frutas enteras, verduras, legumbres, y de esta manera, reducir el riesgo de cáncer de estómago a la mitad, ya que una diera mediterránea no garantiza al cien por ciento evitar el desarrollo de esta enfermedad.