El Hospital General de México realiza la prostatectomía radical con la ayuda de el robot Da Vinci, el cual ha hecho más de 200 operaciones la gran mayoría en padecimientos urológicos.
Sólo los pacientes con tumor confinado en la glándula prostática y sin diseminación de células cáncerosas en otras áreas del cuerpo son candidatos para la prostatectomía radical, en la que se extirpa la glándula prostática y una porción del tejido que la rodea; se limpian los ganglios linfáticos y se logra a eliminar el tumor.
El robot Da Vinci tiene la ventaja de que puede introducirse en cavidades pequeñas sin la necesidad de grandes incisiones por lo que reduce el tiempo de la cirugía y tiene como resultado mejores y menos complicaciones postoperatorias.
La cirugía robótica es un apoyo para el cirujano, mejora su visión y le ofrece una imagen en tercera dimensión del área a tratar y el cirujano por medio de una consola puede manipular los sensores que se introducen dentro del cuerpo del paciente con ayuda de unas pinzas de robot.
Desde su aparición en 2014, Da Vinci realiza entre 20 y 25 cirugías al mes en especialidades como urología, ginecología, incluso en cirugía general. El robot pertenece a tecnología de primera generación, un sistema de salud avanzado que se ocupa en países como Estados Unidos, China, Japón y algunos países de Europa.