Así como en otras industrias, los profesionales de la salud tienen un deseo por progresar en su carrera. Aunque algunos deciden abrir sus propios consultorios o negocios en la industria, otros más pertenecen a grandes instituciones. En estos casos, después de años de dedicación, un ascenso suele ser la recompensa justa. Pero, ¿qué pasa cuando este nuevo escalón jamás llega?
Puede haber muchas razones de por medio que expliquen el estancamiento de la carrera. Pero en un sorprendentemente alto número de casos, se debe a factores que el mismo profesional de la salud nunca ha tenido en cuenta. Estos elementos, aunque pueden parecer menores, son muy importantes de considerar. Tal vez uno explica porqué el deseado ascenso todavía no se presenta:
Presencia ejecutiva carente para una carrera más importante
Este término engloba una multitud de elementos que hacen a un candidato no del todo deseable. Se trata, la mayor parte de las veces, de situaciones de carácter social. En esta categoría entra desde la capacidad de transmitir una actitud de liderazgo hasta olor corporal. La forma más fácil de remediar este aspecto es pedir la retroalimentación de colaboradores y superiores.
Estilo de comunicación inapropiado o inconsistente
Un profesional de la salud con una carrera exitosa sabe cómo expresarse, según la circunstancia. Mientras que algunos roles requieren formalidad y detalle, en otras posiciones se requiere un acercamiento más directo y eficiente. En términos generales, también es mejor que las personas usen un lenguaje centrado en “nosotros”. Es decir, que no parezcan querer captar la atención en sus propios logros de forma compulsiva.
Relaciones caóticas o delicadas con colegas y colaboradores
Cada nivel de una organización tiene prioridades. Cuando se está en la base de la pirámide, quienes progresan rápidamente en su carrera son los que se enfocan a resultados individuales. Pero conforme se escalan puestos, se vuelve más importante pensar en el bien común. Un profesional de la salud que quiera tomar más responsabilidades debe saber trabajar en equipo.
Optimismo o perfeccionismo excesivo
Aunque parezcan ser valores buenos, el balance es la clave del desarrollo profesional. Para avanzar en tu carrera, debes entender que la prioridad no siempre es el mejor resultado a costa de lo que sea. También es importante tener claro que una dosis de pesimismo ayuda a dar una perspectiva objetiva. Considerar también el peor escenario posible permite estar preparado.