De acuerdo con un estudio presentado en las Sesiones Científicas 2017 sobre Epidemiología y Prevención/Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica organizadas por la Asociación Americana del Corazón (ACA), el bajo consumo de frutas y verduras aumenta considerablemente la carga global de enfermedades cardiacas.
Investigadores de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, recurrieron a estudios previos sobre el impacto del bajo consumo de estos alimentos en el riesgo de cardiopatías, así como encuestas nutricionales y sobre gastos de consumo para calcular el número de años de vida ajustados por discapacidad (DALY, por sus siglas en inglés) para 195 países.
El análisis arrojó que en 2015 la baja ingesta de frutas produjo 57,3 millones de años de salud perdidos por discapacidad o muerte vinculados a enfermedades cardiacas, mientras que el bajo consumo de hortalizas supuso 44,6 millones de DALY.
De acuerdo con los investigadores, los países con el nivel más elevado de desarrollo socioeconómico lograron la menor carga de enfermedades cardiacas atribuidas al bajo consumo de frutas y verduras.
Ante tales resultados, reiteraron que aumentar el consumo de frutas y verduras conduciría a millones de años más de vida saludable en todo el mundo.
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