El suicidio es un problema de salud pública grave que afecta a miles de personas en México cada año. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021 se registraron 8,351 suicidios en el país, lo que representa una tasa de 6.5 suicidios por cada 100,000 habitantes. Esta cifra ha mostrado un aumento constante en la última década, lo que refleja una tendencia preocupante que afecta principalmente a los jóvenes y hombres.
Grupos más afectados por el suicidio
En México, los hombres son significativamente más propensos a cometer suicidio que las mujeres. Aproximadamente el 81% de los suicidios registrados en 2021 correspondieron a hombres, lo que equivale a 6,773 casos. Esto puede deberse a factores como la menor búsqueda de apoyo psicológico, el estigma asociado a la vulnerabilidad emocional, y el uso de métodos más letales.
Por otro lado, los jóvenes entre 15 y 29 años son el grupo etario con mayor riesgo. En este rango de edad, el suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte, lo que evidencia la gravedad del problema entre adolescentes y adultos jóvenes. La presión social, los problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, y el acceso limitado a servicios de apoyo emocional contribuyen a este aumento en los casos.
Factores de riesgo
Diversos factores contribuyen al aumento de los suicidios en México. La salud mental sigue siendo un tema con estigmas, lo que impide que muchas personas busquen ayuda. La depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias, la violencia y el acoso son algunas de las principales causas que impulsan el suicidio, además de la situación económica y el desempleo. Asimismo, la pandemia de COVID-19 exacerbó estos factores, ya que el aislamiento, la incertidumbre y la pérdida de seres queridos afectaron de manera profunda el bienestar emocional de muchas personas.
Prevención y apoyo frente al suicidio
En respuesta, el gobierno y diversas organizaciones han implementado programas de prevención y líneas de apoyo para las personas en riesgo. Aunque estas iniciativas han ayudado a concienciar sobre el problema, aún queda mucho por hacer. Es esencial aumentar el acceso a los servicios de salud mental y promover la empatía y el apoyo emocional para reducir el número de suicidios en México.