La parálisis cerebral es una afección neurológica que afecta el movimiento, la postura y el control muscular, y es una de las discapacidades más comunes en la infancia. En México, se estima que la prevalencia de parálisis cerebral es de aproximadamente 2 a 3 por cada 1,000 nacidos vivos, lo que se traduce en un número significativo de casos anualmente, considerando que el país tiene una tasa de natalidad elevada.
Aunque no existen estadísticas exactas y actualizadas sobre el número total de personas con parálisis cerebral en México, se estima que alrededor de 150,000 a 200,000 personasviven con esta condición en el país.
Causas y tipos de parálisis cerebral
Esta afección es el resultado de un daño o anomalía en el cerebro en desarrollo, que generalmente ocurre antes del nacimiento, durante el parto o en los primeros años de vida. Las causas pueden incluir complicaciones durante el embarazo, como infecciones o problemas en el flujo sanguíneo hacia el cerebro del feto, así como traumatismos durante el parto, como asfixia o falta de oxígeno. Además, factores como partos prematuros o el bajo peso al nacer pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta afección.
Existen varios tipos de esta afección, y la clasificación depende de la parte del cerebro afectada. Los tipos más comunes incluyen la parálisis cerebral espástica, que causa rigidez y dificultad para mover los músculos, y la parálisis cerebral atetoide, que provoca movimientos involuntarios. Cada caso es único, y los síntomas pueden variar desde leves dificultades motoras hasta discapacidades severas.
Desafíos y atención en México
Uno de los principales retos en México para las personas con parálisis cerebral es el acceso a atención médica especializada y a servicios de rehabilitación. Aunque existen centros de atención, como el Teletón y organizaciones sin fines de lucro que apoyan a personas con discapacidad, no todos los pacientes tienen acceso a los tratamientos necesarios debido a barreras económicas o geográficas.
El tratamiento para esta afección incluye terapia física, ocupacional y del habla, así como el uso de medicamentos para controlar los síntomas. En algunos casos, se requiere cirugía para mejorar la movilidad.
La parálisis cerebral afecta a miles de personas en México, y aunque existen recursos para su tratamiento, es necesario mejorar el acceso a la atención para garantizar una mejor calidad de vida a quienes viven con esta condición.