El posparto, se convierte en un período lleno de contradicciones para la madre. Que ve, la llegada del bebe como un milagro de vida, pero al mismo tiempo vive en un mundo interno lleno de preguntas y preocupaciones sobre las necesidades del crío, como enfrentar el papel de madre y la mejor manera de sobrellevar cada una de las situaciones que se presentan. Sobre todo, porque en esta etapa su cuerpo sufre cambios radicales que la afectan física y mentalmente.
Cambios que alteran el ritmo de vida
Las primeras semanas, tras el parto se presentan cambios importantes en el cuerpo de la mujer, que pueden generar tristeza, ansiedad y depresión. El estrés, el cansancio y el reacomodamiento paulatino del cuerpo al estado anterior al embarazo afecta al 80% de las parturientas, produciendo algún trastorno que supera en forma paulatina en poco tiempo. Pero, en otros casos se agrava, desatando problemas mentales crónicos.
El en posparto, se presentan una serie de cambios físicos, que acarrean trastorno como el estreñimiento y las hemorroides, a causa de la debilidad de los músculos. El riesgo a que las vísceras desciendan por la distención del suelo pélvico. Disminución en la presión arterial, inapetencia, fatiga y decaimientos psicológico a razón de los cambios hormonales. Así mismo, la involución uterina y la vascularización de las mamas, pueden causar molestias, dolor y sufrimiento.
Los trastornos psicológicos en esta época, se agrupan en una patología denominada Depresión posparto, que señala alteraciones en el sueño, altos niveles de cansancio y drásticos cambios emocionales. Así mismo, estudios revelan que afecta la producción de cortisol en el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, que es la hormona encargada de enfrentar el estrés, agudizando la ansiedad, incertidumbre y descontento. (Revista panamericana de salud pública, 2018)
Las mujeres después del parto se convierten en un factor de riesgo para la salud pública. Sobre todo, en torno a temas de bienestar mental. Debido principalmente a que los síntomas psicopatológicos muchas veces no son consultados, desprotegiendo a las madres emocionalmente. Al mismo tiempo, que las priva de alternativas de servicios de salud y de información relevante que puede ser de gran ayuda, para superar los trastornos que se pueden llegar a presentar tras el parto.
Los trastornos psicológicos se pueden desencadenar por las hormonas, pero también existen otros factores externos, como sentirse sin apoyo, tener un bebe enfermo, desequilibrio en otras áreas de la vida, problemas económicos, antecedentes clínicos depresivos o padecer de alguna otra enfermedad. Los principales síntomas llevan a mostrar desinterés por el entorno, inapetencia, falta de compromiso, problemas de concentración, trastornos en el sueño y psicosis.
En el posparto, se presentan trastornos físicos y emocionales, que pueden ser tratados por profesionales de la salud a través de un plan alimenticio, ejercicio físico y consejos sobre hábitos de vida saludable. Pero también, por medio de terapias psicológicas, orientación clínica y fármacos antidepresivos, que en forma interdisciplinaria buscan paliar los desajustes orgánicos y mentales, que tienen que enfrentar las féminas en esta etapa de la vida.