La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es la cuarta causa de muerte en todo el planeta. Para 2030, se espera que se convierta en la tercera, también a escala internacional. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ocasiona más de 251 millones de fallecimientos. En México, 1 de cada 10 adultos mayores de 40 años padecen esta condición.
Dentro del país, existen tres barreras determinantes que fomentan el aumento de los casos. En primer lugar, está el extremo subdiagnóstico de la EPOC. En segundo, se encuentra la falta de información sobre la condición entre el público. En tercero, la falta de acceso a espirometrías no permite al sector salud confirmar los casos. En conjunto, apunta el doctor Ricardo Lemus Rangel en entrevista con Saludiario, los tres han contribuido a empeorar un panorama ya de por sí sombrío a futuro.
Lamentablemente las encuestas nos arrojan que la población está empezando a fumar en edades cada vez más tempranas […]. Esto naturalmente va a incrementar el número de pacientes que van a desarrollar EPOC […]. Tenemos varias opciones terapéuticas para tratarla. Pero, dado que es incurable […], las estrategias más importantes […] deben incidir en el área preventiva.
Mitos, factores adicionales que aumentan la gravedad de la EPOC
Lemus Rangel, del Departamento de Neumología del Centro Médico Nacional La Raza, afirma que el tabaquismo, la desinformación, el subdiagnóstico y la falta de acceso a atención de calidad no son los únicos factores que influyen en la incidencia de la EPOC. Reafirma que, entre profesionales de la salud y público en general, hay varias creencias que dificultan el tratamiento.
Primero, señala que el tabaquismo no siempre lleva al desarrollo de EPOC. El especialista señaló que, de hecho, solo 20 por ciento de los fumadores llegan a padecer la enfermedad. Sin embargo, reafirmó que aún así se deberían tomar acciones serias para reducir el consumo del cigarro. Dijo que es responsabilidad de los profesionales de la salud ayudar a eliminar estos vicios.
Igualmente, criticó el mito que un paciente con EPOC ya no tiene remedio. Recordó que la enfermedad, si bien no tiene cura, existen tratamientos de control. Señaló que ni los profesionales de la salud ni los pacientes deben resignarse a vivir con los síntomas. Especialmente, cuando hoy en día existen ya alternativas farmacológicas y quirúrgicas para mejorar la calidad de vida.