Todo indica a que la variante Ómicron se va a convertir en la hegemónica del SARS-CoV-2 en muchos países y ya empieza a desplazar a la Delta, pese a llevar poco tiempo circulando. Desde la OMS ya han advertido de que se está expandiendo a una velocidad preocupante. En Londres, por ejemplo, ya representa el 40% de los casos y los datos se van duplicando casi a diario.

José Antonio López Guerrero, investigador y director de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, ha calificado a la variante Ómicron como el “pequeño Frankestein” o “monstruo”, tras haber acumulado más de 30 mutaciones de forma sorpresiva.

El 24 de noviembre se notificó por primera vez la variante Ómicron

Desde la OMS han expresado, cuyo nombre científico es B.1.1.529 presenta un gran número de mutaciones, alguna de las cuales son preocupantes. Para ello, han dicho que “las pruebas iniciales indican que el riesgo de reinfectarse por esta variante es mayor que con otras variantes preocupantes y, al parecer, el número de casos que ocasiona están aumentando en casi todas las provincias sudafricanas. Por el momento, las pruebas de PCR se utilizan para diagnosticar el SARS-CoV-2 continúan detectando esta variante”.

Fue el pasado 24 de noviembre cuando la OMS notificó, por primera vez, esta variante procedente desde Sudáfrica. Sobre su origen, son varias las hipótesis que se barajan. Algunas apuntan a una posible recombinación homóloga, que significa que, en una misma persona, hayan coincidido varias variantes y se hayan generado cambios de material genético en el virus.

Otra teoría explica que el SAR-CoV-2 podría haber pasado por un reservorio animal donde aunar estas mutaciones. Aunque también otra teoría que apunta a que el virus se haya alojado, durante mucho tiempo, en una persona inmunodeprimida, que en Sudáfrica hay muchos por el VIH, y donde poder emerger con estas mutaciones.

La pauta completa de vacunación sigue siendo efectiva

Respecto a cómo afectan las vacunas a la variante Ómicron, hay estudios que refrendan que la pauta completa de vacunación sigue siendo efectiva como para no invalidar la vacunación. Se habla de un 60-70% de efectividad, una bajada de unos 20 puntos, aunque esto significa que la vacuna sigue siendo efectiva.

Otra característica de Ómicron, según trabajos científicos preliminares, es que parece que ha bajado la intensidad de la clínica, es decir, la sintomatología de los pacientes que contraen la COVID19 con la variante Ómicron es más leve. Tal y como ha advertido López Guerreo, “parece que es menos virulenta a priori per cápita, es decir, menos letal por persona infectada; pero, lógicamente, un virus con menos letalidad por persona infectada, si lo multiplicamos por millones de personas, puesto que tiene una mayor capacidad de dispersión, se convierte en un virus más mortal por millón de habitantes, por lo que aunque cause en muy pocos estragos clínicos, al expandirse mucho siempre podrá haber más número de personas con estragos clínicos”.